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martes, 16 de julio de 2019

Un Obús de la Gran Guerra


De todas las viejas fotografías que herede de mi abuela Meline Quentin, esta es sumamente especial, a tal punto que en su momento fue enmarcada como si fuera un cuadro. En ella se ven a 4 jóvenes soldados alemanes en una trinchera durante la primera guerra mundial, uno de ellos junto a su mascota y abrazado a un enorme obús.
¿Pero cual es la historia detrás de esta fotografía?; ¿Por que era tan especial que merecía ser enmarcada?; ¿Que relación tienen estos soldados y la pieza de artillería con mi familia?
La historia es la siguiente:

Tal como les conte en el articulo escrito en marzo, mi bisabuelo Georg Quentin, quien había sido oficial de ejercito en Alemania. Llego a Chile con 26 años en 1902, contratado por el ejercito chileno como Instructor, cargo que ocupo muy corto tiempo debido a que conoció a quien seria su mujer Irene Saelzer, y como el contrato de trabajo no le permitía el matrimonio, Georg renuncio para poder casarse y finalmente radicarse en Chile.

Irene y Georg se casaron en 1905, y llevaron una tranquila y normal vida familiar en Santiago de Chile, hasta que en junio de 1914, es asesinado en Sarajevo archiduque Francisco Fernando de Austria y su mujer la duquesa Sofia Chotek, lo que enciende la mecha que da origen a la primera guerra mundial, en la cual Alemania se involucra en agosto de ese año, invadiendo Bélgica y Luxemburgo.

Georg Quentin, como ciudadano alemán y ex militar, siente el deber de viajar a Europa e integrarse nuevamente al ejercito, para defender su patria, sin embargo hubo algunas dificultad para salir de Chile, ya que el Gobierno había tomado algunas medidas para asegurar la posición neutral del País en el conflicto.

El gobierno chileno, con el objeto de asegurar su neutralidad -y mantener la venta de salitre a las potencias beligerantes- tomo algunas medidas, como por ejemplo: la internación de la tripulación del crucero SMS Dresden en la Isla Quiriquina en la Bahía de Concepción, luego de que este buque de guerra fuera hundido por su comandante en la Isla Juan Fernandez al ser acorralado por la flota británica.
También retuvo algunos barcos mercantes, como fue el caso del buque escuela Herzogin Cecilie en la bahía de Guayacan en Coquimbo, y la internacion de los cadetes y tripulación del mismo.

Acciones como las descritas hacían muy difícil para los ciudadanos alemanes abandonar el Pais, ya que prácticamente no se les estaba permitido, lo que hizo que Georg Quentin en compañía de su amigo, el también alemán, Hans von der Marwitz (abuelo del relator deportivo del mismo nombre), salieran del Chile de manera clandestina, a lomo de caballo a través de pasos no habilitados de la Cordillera de los Andes, con destino a Buenos Aires, para desde allí embarcarse rumbo a Europa.

Una vez en el viejo continente, e incorporado al  ejercito imperial del Kaiser Guillermo II, Georg es destinado al frente occidental donde los germanos habían instalado una linea de trincheras fortificadas, que se extendían desde el Mar del Norte hasta la frontera entre Suiza y Francia. Esta linea se mantuvo estática casi durante todo el conflicto bélico.
Georg quedo a cargo de un tramo de esta linea de trincheras, con su respectiva unidad de hombres, donde monto su cuartel al que bautizo con el nombre de "Villa Irene" en honor a su mujer que esperaba su retorno junto a sus hijas en Chile.

Mi bisabuelo Georg Quentin en el cuartel de la trinchera que tenia a cargo, al que bautizo con el nombre de "Villa Irene" en honor a su mujer Irene Saelzer (mi bisabuela)

Muy documentado esta la agotadora vida que tenían ambos bandos en estas trincheras de las que prácticamente no se movieron desde el otoño de 1914 hasta la primavera de 1918. Durante el día estaban permanentemente sometidos a los disparos de francotiradores y el bombardeo de la artillería enemiga y durante la noche tenían la mayor actividad  porque se producía el movimiento de tropas y el abastecimiento. Los soldados ademas del ataque enemigo, estaban expuestos a enfermedades, falta de alimento y a las ratas hambrientas que los atacaban mientras dormían. Cada día cientos de proyectiles de artillería caían dentro de las trincheras hiriendo o despedazando a sus ocupantes.

Fue en uno de estos ataques de la artillería enemiga, que el obús de la fotografía, cayo dentro de la trinchera que defendía Georg Quentin y sus hombres, y milagrosamente el proyectil no estallo, permitiendo que los ocupantes siguieran con vida. Así el obús se transformo en una especie de fetiche que les trajo la suerte de seguir con vida, y lo mantuvieron dentro de la trinchera todo el tiempo que permanecieron allí.

Finalizada la guerra, Georg se llevo consigo el obús, símbolo de buena suerte, a la casa de los familiares en Alemania donde vivió mientras paso el tiempo de posguerra en Europa.
El que no tuvo la misma suerte, fue su camarada con el que salio de Chile. Hans von der Marwitz falleció en combate, dejando a su mujer viuda y sola, al cuidado de sus hijos en Santiago.

Cuando Georg regreso a Chile en 1919, se trajo consigo la pesada pieza de artillería que a esa altura había sido bautizada como "die Bombe" (la bomba). La verdad es que no me explico como logro ingresar al País con semejante objeto que pesa mas de 100 kilos.

El obús estuvo en manos de Georg Quentin, hasta que este falleció en 1950, momento en el cual la pieza de artillería fue llevada a la casa de la hija mayor de Georg (mi abuela), en el 722 de calle Hernando de Aguirre, en la comuna de Providencia, donde quedo guardada en el garaje, lugar en el que yo conocí a "die Bombe"

El obús permaneció en manos de mis abuelos, hasta que en 1980 se cambiaron de casa. Por alguna razón "die Bombe" no se fue con ellos, y mi padre se la llevo a la planta de Agrovet, empresa en que trabajaba en Av. Suiza de la comuna de Cerrillos, lugar en que quedo como adorno en el jardín de acceso a las oficinas.
Diez años después, mi padre se retira de la empresa y se lleva el obús a su casa en calle Teruel en la comuna de Las Condes, donde esta hasta el día de hoy.

"Die Bombe" esta hoy bajo mi cuidado, y espero que el día de mañana alguno de mis hijos o sobrinos se haga cargo de cuidar este viejo y querido Obús de la Gran Guerra, que para mi bisabuelo Georg Quentin y sus camaradas de armas, tuvo tan importante significado.

martes, 2 de julio de 2019

La casa de calle Compañia


Hace mas de 20 años atrás, mi abuela materna, Meline Quentin Saelzer me regalo la foto que encabeza el articulo, donde aparece Ella frente a la casa donde vivió en su infancia, con el único antecedente de que la casa en cuestión estaba en calle Compañía, muy cerca de la Quinta Normal.

En mi constante búsqueda de información relacionada con la familia y mis antepasados, me encontré con el registro de nacimiento de Helene Quentin Saelzer, hermana de mi abuela, ocurrido el 13 de noviembre de 1913, y en el que figuraba la dirección en que se domiciliaban sus padres en calle Compañía 2876 en Santiago, lo que significaba haber encontrado la casa que se ve muy parcialmente en la fotografía.

En el articulo que publique en mayo pasado, y que titule "Sherlock y Watson en el barrio Yungay", les comente que el domingo 19 de mayo, fuimos con mi hermano Ricardo a recorrer las calles del barrio, con el objeto de ver en primera fuente algunos lugares que se vinculan a mi familia dentro de los cuales estaba evidentemente la casa en que vivió el padre de mi abuela, mi bisabuelo Georg Quentin y su familia.

Al llegar a la cuadra de calle Compañía donde debía estar la casa (entre Libertad y Esperanza), nos dimos cuenta que la numeración de las casas por la vereda sur, salta desde el 2870 al 2880, y  que el numero 2876 no existe. En su lugar hay una calle llamada Hurtado Rodriguez que atraviesa la manzana entre las calles Compañía y Huérfanos.

Nuestra primera impresión fue que la casa de mi bisabuelo fue demolida para dar paso a la actual calle Hurtado Rodriguez, y, por lo tanto la búsqueda llegaba a su fin. Sin embargo al recorrer esta calle que apareció inesperadamente en nuestro camino, hubo algunas cosas que me llamaron la atención:

La calle Hurtado Rodriguez esta compuesta por 23 casas, 11 en la vereda oriente y 12 en la poniente, todas de fachada continua pero de características y diseño diferentes una de otra. Lo primero que me llamo la atención es que las 6 primeras casa del lado oriente cuando uno ingresa desde Compañía, y que corresponden mas o menos a la primera mitad de la cuadra, son, como si se tratara de un espejo, exactamente iguales pero invertidas en su diseño, con las del lado poniente de la calle, cosa que no ocurre en la segunda mitad. Ademas de lo anterior era curioso que la segunda mitad de la cuadra, el estilo arquitectónico (Gótico y Tudor) fuese diferente al de las primeras casas.

El segundo que me pareció llamativo es que la superficie de adoquines de la calle (por donde transitan hoy los vehículos) fuese unos 40 centímetros mas ancho en cada lado de la primera mitad de la cuadra, con respecto a lo que ocurre en la segunda, lo que me dio la impresión de que se trataba de dos calles distintas que fueron posteriormente unidas.

Y por ultimo lo que me llamo mayormente la atención, es que en la segunda casa de la vereda oriente bajo la placa con el 389  correspondiente al numero, hay una segunda placa con la letra "C".

Con estos antecedentes elabore en mi cabeza la hipótesis de que alguna vez esta calle fue un Pasaje o Cité que no salia a calle Huérfanos, y en que todas las casas tuvieron la misma dirección (Compañía 2876) y se diferenciaban una de otra por letras.

Entonces empece a buscar antecedentes que me permitiesen comprobar si mi hipótesis estaba en lo correcto, y fue así como me fui encontrando con algunos datos, como por ejemplo que entre 1926 y 1928 una señora llamada Celsa Rodriguez de Hurtado (de ahi el nombre de la calle) encargo la construcción de 21 casas en estilo Tudor y Gotico a contados arquitectos chilenos.
Como en esta calle, solo hay 11 casas en ese estilo, y el resto de las encargadas por esta señora estan en un pasaje inmediato al oriente de la calle Hurtado Rodriguez, al que se accede por Huérfanos, sin dudas corroboro que las 12 casas iniciales en la mitad norte de la calle, son anteriores a la fecha de construcción de las restantes, y por lo tanto coincidentes con el tiempo en que mis bisabuelos y mi abuela vivió ahí, lo que le dio sustento a mi hipótesis.

Pero sin duda el gran hallazgo que hice en internet, y que comprobó cien por ciento que mi hipótesis estaba en lo correcto, es la fotografía  de 1917 que les muestro a continuación:


En ella se ven las casas de la vereda oriente de la actual calle Hurtado Rodriguez, mirando desde calle Compañía, y se distingue claramente que fue un Pasaje cerrado de los denominados Cité, con una plaza central.

Ahora la duda era cual de las 12 casas que componen la mitad norte de la calle es la que corresponde a la que aparece en la fotografía de mi abuela. Lo primero que puede inferir de la foto de mi abuela, es que corresponde a una de las casas de la vereda oriente, dado que el haz de luz que se ve en el pavimento, viene de norte a sur.

Mirando en detalle las 6 casas de la vereda oriente, solo una de las casas, la cuarta entrando desde calle Compañía,  tiene una de  las ventanas con la forma idéntica a la que aparece en la fotografía de mi abuela. Y si ademas comparamos ambas fotografías -que son ademas contemporáneas- podemos ver que frente a la cuarta casa hay varios maseteros con arbustos, que perfectamente pueden ser los mismos que aparecen en la parte superior izquierda de la fotografiara de mi abuela.

Mi conclusión finalmente es que la casa en la que vivió Georg Quentin y su familia en la segunda década del siglo XX, es la que corresponde al actual  373 de calle Hurtado Rodriguez, y que en esos años debió corresponder a la casa "H" del Cité de calle Compañía 2876.

La casa que deduzco fue en la que vivió mi bisabuelo Georg Quentin y familia.

miércoles, 26 de junio de 2019

El Moai patiperro

Un personaje lleno de anécdotas fue sin lugar a dudas Alberto Cumplido Ducos, hermano menor de mi abuelo Arturo. El articulo que publique sobre él en abril pasado, aparecido en un libro de Rafael Frontaura, da una idea de lo lleno de vivencias que fue su vida.

Una de tantas anécdotas en la que se vio involucrado Alberto Cumplido, fue la que  tuvo relación con un Moai, mientras fue Gobernador de la Isla de Pascua, y que les relato a continuación:

Cuenta la historia que Alberto Cumplido Ducos, fue nombrado Gobernador de Isla de Pascua en 1930 por el Presidente de Chile, Carlos Ibañez del Campo, cargo que asumió a finales de ese año, un poco por la curiosidad de desempeñarse en tan exótico lugar, así como por ser el sitio donde Francisco Cumplido -hermano de Alberto- había fallecido ese mismo año en un trágico accidente.

No se sabe si fue por iniciativa de las autoridades de Rapa Nui o por la del recién nombrado Gobernador, la cosa es que decidieron entre ambos enviar como ofrenda de agradecimiento al Presidente Ibañez, un Moai que originalmente fue un monumento funerario.

El monumento de 2,3 metros de altura y dos toneladas de peso fue trasladado en 1931 al continente,  aparentemente en un barco de la Armada, aunque hay versiones que dicen que pertenecía a la Compañía Explotadora de Isla de Pascua o la "Williamson Balfour".

El Presidente Ibañez no se sintió particularmente emocionado con el regalo, y como era algo supersticioso, pensó que por tratarse de un monumento funerario, este le podía traer mala suerte, asi que decidió  regalarlo al coleccionista Carlos Ossandon, con quien estaba emparentado, quien lo tuvo en su casa de calle Toesca en el centro de Santiago.

En la década del 60, Ossandon se cambio de domicilio a la calle O´Brian en la comuna de Vitacura, y se lleva con el al Moai, al que le construye una plazoleta frente a su casa para darle un marco y la dignidad adecuada, y lo conserva ahí hasta 1970.

Durante el gobierno de Salvador Allende (1970-1973) Ossandon lo vendió al coleccionista argentino Mario Velasco, por temor a que el agitado clima social de Chile en esos años pusiera en riesgo la figura de Rapa Nui.

El Moai es trasladado por el señor Velasco vía terrestre a Buenos Aires, hasta el hogar de una señora Maria G.de Varela, dueña de una casa de anticuarios llamada "Gurmantes" en la calle Florida de la capital argentina. Ella contacta al señor Velasco con un comprador ingles llamado Joe Betesh, quien ofrece 35.000 dolares por el monumento, previa visita de dos expertos europeos.

Una vez analizado el Moai por los expertos Morton Lipkin (britanico) y Henry Schouten (holandes) se efectua la transacion el 25 de noviembre de 1970, en el que el señor Mario Velasco recibe un cheque de un banco suizo por el valor acordado, con la condición que este debía ser cobrado una vez que el Moai llegara en perfectas condiciones a Rotterdam.

En noviembre de 1970 el Moai sale de Buenos Aires en un vuelo de Lufthansa con destino Holanda,  y en los primeros meses de 1971 el señor Velasco cobra el cheque a través del Banco Italiano en Buenos Aires, pero el documento fue protestado por una orden de no pago.

Mario Velasco a través de sus Abogados, inicia una querella criminal por delito de estafa  en contra del firmante del cheque Joe Betesh, el que es tomado preso. Por orden judicial, luego de un par de años de litigio, el Moai es enviado de regreso a Buenos Aires en el vapor holandés "Alkes".

El Moai llega a Buenos Aires en 1974 y queda almacenado en la Aduana argentina en las bodegas del Dique Nº 4 por cerca de 7 años, mientras dura el juicio. Como Mario Velasco nunca pago los derechos de aduana, en 1981 el Moai sale a remate y es adquirido por  el señor Abel San Martín, quien lo compra por encargo de la Industria Química Lourdes.

Al año siguiente la hija chilena de Mario Velasco, Rosa Velasco, compra a través del argentino Matias Bourdieu el Moai, el que es trasladado a una casa particular en el Country Club Tortugas en las afueras de Buenos Aires, donde permanece por mas de 20 años.

En el 2005 se inician gestiones para devolver el Moai a su lugar de origen en Isla de Pascua, por lo que es sacado del Country Club Tortugas y trasladado a unas bodegas para ser guardado y posteriormente embalado.

Entre el 13 y 15 de abril de 2006, el Moai es exhibido dentro de su embalaje, con las puertas traseras y delanteras abiertas,  en el Centro Cultural La Recoleta de Buenos Aires.

El 20 de abril se traslada el Moai entre Buenos Aires y Santiago en un avión de carga, y el día 21 es exhibido en la Plaza de la Constitución frente al Palacio de la Moneda.

El Moai "patiperro" de regreso en Chile, exhibido frente al Palacio de la Moneda en el 2006.

El mismo 21 de abril es trasladado a Valparaiso y embarcado en el buque transporte de la armada "Aquiles" en el que finalmente, y despues de 7 dias de navegación, arriba  nuevamente a Isla de Pascua.

El dia 7 de mayo se hace entrega oficial del Moai al pueblo de Rapa Nui, en una ceremonia oficial con la gobernadora Carolina Hotus y representantes del Consejo de Ancianos. El Moai es puesto en un "ahu" construido especialmente para él en la plaza de la gobernación, con una placa conmemorativa.

Finalmente, luego de 75 años, el Moai regalado al Presidente Carlos Ibañez del Campo por el pueblo de Rapa Nui y por el entonces gobernador Alberto Cumplido Ducos, estaba por fin de regreso en su Isla, de la que este "patiperro" nunca debió salir.

martes, 18 de junio de 2019

Sergio, Paletó y el Che

Una de las historias mas curiosas de todas las que protagonizaron algún miembro de mi familia, es la que vivió el hermano mellizo de mi padre, Sergio Cumplido Ponce, y que para poner en contexto debo remontarme a su infancia.

Mi abuelo Arturo Cumplido, fue oficial de la Fuerza Aérea de Chile, y en 1937 fue destinado a la  base aerea "Los Condores" en la ciudad de Iquique en el norte de Chile, por lo que la familia se traslado a vivir allí por cerca de 6 años.

Fue allí donde los mellizos Sergio y Eduardo, con nueve años de edad,  conocieron a un niño algo mayor que ellos, llamado Juan Antonio Espinoza, hijo de un modesto comerciante que vendía pescados en el mercado de la ciudad, con el que entablaron una amistad que duraría toda la vida.

Los mellizos y su amigo Juan Antonio, pasaban largas horas en la playa de Cavancha, jugando, nadando y mariscando bajo los palafitos de un hotel residencial llamado Chalet Suisse, ubicado sobre un roquerío junto al mar, -en donde hoy se emplaza el Hotel Gavina-, en el que vivió la familia Cumplido durante los primeros meses de su llegada a Iquique.


A fines de 1942 la familia Cumplido regreso a Santiago, por lo que los ya adolescentes Sergio y Eduardo dejan de ver a su entrañable amigo iquiqueño, hasta que un par de años después el joven Juan Antonio se reencontró con sus camaradas de infancia, cuando llega a la capital para cumplir con su Servicio Militar.

La casa de los Cumplido se transforma en el hogar del iquiqueño durante los fines de semana cuando tiene sus días francos como conscripto del ejercito, por lo que los hermanos lo van integrando a sus actividades y amistades.

Es así como el joven Juan Antonio también se suma por un corto tiempo al equipo de nadadores del Club Deportivo de la Universidad de Chile, en donde Sergio y Eduardo ya eran destacados deportistas.

Juan Antonio, de pocos recursos económicos y corto de vestuario, usaba habitualmente una chaqueta, del tipo de las que se denominaban "Paletó", y que era un par de tallas mas grande de lo que correspondía a su contextura física, por lo que la chaqueta le quedaba algo grande. 

Fue así que los los amigos de la piscina decían en tono de burla: "Ahí viene un paletó trayendo a Juan Antonio", lo que derivo en que al joven iquiqueño lo apodaran "Paletó", nombre que lo acompaño por siempre entre este grupo de bromistas amigos.

Una vez finalizado su servicio militar, Juan Antonio tomo la decisión de ser cantante, por lo que se presento a un concurso de talentos aficionados en Radio Cooperativa Vitalicia llamado "La Feria de los Deseos", que conducía Raúl Matas, y en el que obtuvo el primer lugar con el tema "Tu donde estas", premio que consistía en una actuación en el Casino de Viña del Mar.

Como pensaba que en Chile tenían mas oportunidades los artistas extranjeros que los nacionales, Juan Antonio decidió probar suerte en Venezuela. Por eso le propuso a su amigo de la infancia Sergio Cumplido, que tocaba bastante bien la guitarra, que lo acompañara en esta aventura.

A ellos se les sumo otro amigo guitarrista llamado Antonio Gómez, quien también era parte del grupo de muchachos asistentes a la piscina de la U.

Sergio Cumplido Ponce con 18 años de edad (Mayo de 1947).

Así el trió de aventureros, con muy pocos recursos, emprendieron el viaje por barco hasta Guayaquil, para desde allí seguir por tierra hasta su destino final en Caracas.

Realizando ocasionales presentaciones que les permitían subsistir, pasaron por Quito y recorrieron gran parte de Colombia.

En su paso por Colombia, y mientras el grupo se alojaba en las instalaciones para los alumnos de la Universidad Nacional  de Colombia, se les sumaron en el viaje dos estudiantes de medicina argentinos que también intentaban llegar a Venezuela, Alberto Granado y Ernesto Guevara.

Ya camino a su destino en Venezuela, el grupo coincidió con una orquesta española  que estaba de gira por América Latina llamada "Orquesta Casino de Sevilla", cuyo cantante (crooner) tuvo que regresar a España por un problema de salud.

Un par de músicos integrantes de la orquesta vieron actuar a Juan Antonio, acompañado por los guitarristas Sergio y Antonio, en un bar cercano al hotel donde se alojaban, y pensaron que él podía ser una buena alternativa para remplazar la ausencia del vocalista.

Fue así que lo invitaron a una prueba con la orquesta, lo que derivo finalmente en que "Paletó" fue contratado por la orquesta española e integrado a la gira, lo que hizo que el grupo de aventureros se dispersara.

Los dos argentinos siguieron su viaje a Caracas, y un par de años mas tarde Ernesto Guevara llegaría hasta México, donde conocerá a los exiliados cubanos Fidel y Raul Castro quienes lo sumarían a sus planes revolucionarios, lo que transformo al estudiante de medicina en el mítico "Che Guevara".

Sergio Cumplido y Antonio Gomez, regresaron a Chile con sus guitarras y se alejaron de la música y los escenarios.

El iquiqueño siguió en gira con la orquesta Casino de Sevilla por varios países sudamericanos, hasta llegar en 1952 a Buenos Aires, donde  Juan Antonio Espinoza Prieto, que así era su nombre completo, inicio su carrera como solista, adoptando como seudónimo artístico su segundo nombre y apellido: Antonio Prieto.

 Los ex nadadores de la U., Eduardo Carvallo, Antonio Prieto y Eduardo Cumplido (mi padre), tras bambalinas del Casino de Viña del Mar alrededor de 1961.

viernes, 7 de junio de 2019

Dorotea Mayrock Quentin


Mi madre, Dorotea Irene MAYROCK QUENTIN, nació el 1 de abril de 1933 en el British American Hospital (hoy Hospital Naval) del distrito de Bellavista en el puerto peruano de el Callao.

Fue la tercera hija del matrimonio de Norbert Mayrock Hochwind y Meline Quentin Saelzer.

Vivió hasta  los 5 años de edad en Lima, Perú, en la casa que tenían sus padres en el 477 de Av. Benavides del barrio de Miraflores.

A principios de 1939 sus padres deciden viajar por 5 meses a Alemania, con el propósito de matricular a Harald, el hermano mayor de Dorotea, en un colegio/internado para que realice allí sus estudios secundarios, y para tomar un periodo de vacaciones y visitar a los familiares. Por ello envían a las hijas Erika y Dorotea a Chile, para que queden al cuidado de sus abuelos maternos mientras dura el viaje.

Las niñas se embarcan en febrero en el vapor "Patria" en compañía de su abuela Irene Saelzer y de la hermana menor de Meline, Elizabeth Quentin, quienes habían viajado a Lima para llevarlas a Chile.

El inicio de la Segunda Guerra Mundial en septiembre de 1939, hizo que Meline y Norbert, los padres de Dorotea, no pudiesen regresar a Sudamérica, y lo que iba a ser un viaje de placer por cinco meses, se transformo en una pesadilla de ocho años. Dorotea dejo de ver a sus padres cuando aun no cumplía los seis años de edad, y se encontró nuevamente con ellos cuando ya tenia 14 años.

Dorotea y Erika fueron criadas entonces por sus abuelos maternos Georg Quentin e Irene Saelzer en Santiago de Chile. Vivían en una  casa en calle La Concepción en la naciente comuna de Providencia. También paso algún tiempo en casa de sus tíos Herman Feise e Irene Quentin (hermana de Meline).

Mi madre Dorotea Mayrock Quentin, junto a su hermana Erika y a su prima Margret Feise Quentin, alrededor de 1946.

Estudio en el Colegio Alemán de Santiago, en un local que funcionaba en la calle Lota (Lota Schule), que estaba al costado oriente de la Iglesia Luterana El Redentor. Posteriormente hizo su educación secundaria en el recién inaugurado edificio de calle Antonio Varas.

Una vez finalizada la guerra, Georg Quentin y la familia materna de mi madre realizaron gestiones diplomáticas para traer de regreso desde Alemania a los padres de Dorotea, lo que finalmente consiguieron a mediados de 1947 con la llegada de Meline y Harald, y en los primeros mese de 1948 con Norbert, lo que permitió que la familia volviese a estar junta.

Al poco tiempo de estar de regreso, Norbert compro una casa en calle Hernando de Aguirre, en la comuna de Providencia, que se transformo en el hogar definitivo de la familia que finamente se radico en Chile.

Una vez egresada del colegio, Dossy (así la llamaban de cariño) comenzó a trabajar como Secretaria en el Consulado de la República del Perú en Santiago.

Conoció a mi padre Eduardo Cumplido Ponce en la piscina del Club Deportivo de la Universidad de Chile, donde el era un destacado nadador, y ella asistía habitualmente porque quedaba a pocas cuadras de su casa.

Después de un noviazgo de siete años, se casaron el 14 de diciembre de 1957, y fueron padres de dos hijos: Eduardo Arturo en 1959 y Ricardo Francisco en 1961.

Entre 1958 y 1964 Dossy trabajo como Secretaria de la Gerencia en Tecna Ltda., empresa representante y distribuidora de automóviles de la marca alemana Borgward, y que era propiedad de su tío Oscar Andwandter (casado con Elizabeth Quentin, hermana de la madre de Dossy).

En esos años la familia vivía en un departamento del segundo piso en el 2881 de calle Vicuña Cifuentes (hoy Las Dalias) de la comuna de Providencia, hasta que se cambiaron en 1964 al departamento numero 1 de un edificio de tres pisos en calle José Forteza 1921, de la misma comuna.

A partir de 1965 Dossy deja de trabajar, y se dedica de lleno a labores del hogar y a criar a sus hijos, lo que resulta fundamental para que tanto mi hermano como yo pudiésemos desarrollar una destacada actividad deportiva.

Eduardo Cumplido y Dorotea Mayrock con sus hijos Eduardo y Ricardo, en una fotografía de 1973.

En 1969 la familia nos fuimos a vivir a la que seria nuestra casa definitiva en el 1084 de calle Teruel en la comuna de Las Condes, en donde mis padres construyeron una casa en el sitio que habían comprado unos 5 años antes, y en el que muy lentamente fueron levantando la construcción en la medida de sus posibilidades. De hecho llegamos a ocupar la casa cuando aun gran parte de ella estaba con los detalles sin terminar.

Una vez que mi padre se jubilo, ambos se dedicaron a viajar a diferentes lugares del mundo, Dossy con su  meticulosidad "alemana" asumió en pleno el rol de organizar las rutas, hoteles y tours de manera impecable.

Mi mama falleció al atardecer del 18 de septiembre de 2012 en su casa de Las Condes. Tenia 79 años de edad.

domingo, 2 de junio de 2019

Eduardo Cumplido Ponce


Los mellizos Luis Eduardo (Mi Padre) y Luis Sergio CUMPLIDO PONCE, nacieron en la casa de sus padres en calle Picarte de la ciudad de Valdivia, el 15 de junio de 1928. Hijos del matrimonio de Arturo Cumplido Ducos y Graciela Ponce Vicencio.

La familia se encontraba en Valdivia al nacer mi padre debido a que mi abuelo, Arturo Cumplido, era capitán de ejercito, y estaba destinado al Regimiento de Artillería de esa ciudad.

Posteriormente mi abuelo  fue destinado a la recién creada Fuerza Aérea de Chile, y la familia se traslado en 1932 a la ciudad de Antofagasta, donde vivieron por cinco años.

En 1937 Arturo Cumplido se lo destino a la base aérea "Los Cóndores" en Iquique, por lo que mi padre llego a los 9 años de edad a esa ciudad, en la que vivió hasta los 14 años, y la que a partir de entonces, considero como "su tierra", ya que paso sus mejores años de infancia allí.

En 1942, la familia regreso a Santiago y se instalaron en una casa en calle Viel, frente al Parque Cousiño (hoy Parque O´Higgins), que se transformo en su patio de juegos.

Mientras vivieron en ese lugar (Población Cousiño, destinada a oficiales del Ejercito de Chile), los hermanos Cumplido asistieron como alumnos al Liceo Manuel Barros Borgoño de calle San Diego, a pocas cuadras de su casa.

Al poco tiempo la familia se fue a vivir a casa del abuelo materno de mi padre, Adolfo Ponce, en calle Olivos de la comuna de Recoleta, lo que significó que los mellizos fueran cambiados de colegio al Liceo Valentin Letelier.

En el nuevo colegio ocurrió un hecho que cambiaría definitivamente la vida de mi padre: Un dia un profesor pregunto a los alumnos en la sala, quien sabía nadar, ya que había un campeonato de natación al que el colegio había sido invitado. Como los mellizos se habían criado en Iquique junto al mar, levantaron la mano y participaron en ese torneo que se desarrolló en la piscina temperada de la Universidad de Chile (Santa Maria esquina Recoleta), que hasta hoy se conoce como Piscina Escolar.

Los hermanos Cumplido tuvieron una destacada participación en ese torneo, donde ganaron las pruebas en las que participaron, lo que llamó la atención de un periodista deportivo llamado Julio Moreno Toledano, quien a su vez hacia de entrenador de la rama de natación del Club Deportivo de la Universidad de Chile, quien los invitó a integrarse a las filas de la U.

Los mellizos Sergio y Eduardo Cumplido en la portada de la revista del Club Deportivo de la Universidad de Chile, publicada en febrero de 1948.

Bajo la dirección de "Piti" Moreno, los hermanos Cumplido se transformaron en nadadores muy destacados de la U, lo que les significo ademas representar, siendo seleccionados nacionales, a Chile en varios torneos internacionales.

A mediados de la década de 1940, el Club Deportivo de la Universidad de Chile adquirió la piscina de lo que fue el Deutsher Sportverein, el club de la colonia alemana residente en Santiago, que se ubicaba en las calles Los Leones y Carlos Antunes en la comuna de Providencia. Esta piscina se transformo en el centro de entrenamiento de los nadadores de la U, durante la temporada de verano.

El vinculo de Lalo (así lo apodaban) con la piscina, siguió vivo por largos años, en los cuales realizo tareas de dirigente de la rama de natación, juez en los campeonatos y sobre todo fue el lugar de reunión con amigos y de entretención familiar, hasta que 1975 dicho recinto deportivo fue vendido.

En 1945 mi abuelo Arturo, compro una casa en la calle Armando Moock de la comuna de Macul, por lo que la familia se traslado a vivir allí.

En 1949 mi padre comenzó a trabajar, siendo su primer empleador la Siderúrgica de Huachipato en la ciudad de Talcahuano, región de Concepción, donde estuvo aproximadamente un año, y a la que llego por uno de sus hermanos, que ya llevaba un tiempo trabajando allí.

Regreso a Santiago, integrándose nuevamente a las actividades deportivas de la piscina de Los Leones, y junto con ello ingreso a trabajar a la Compañía de Teléfonos de Chile donde hizo carrera.

Como la piscina de Los Leones había sido propiedad de la colonia alemana, muchos de los integrantes de ella, siguieron asistiendo por años durante el verano a ese recinto. Fue así como Lalo conoció a mi madre Dorotea Mayrock, quien vivía a pocas cuadras, en calle Hernado deAguirre.

Después de un noviazgo de siete años, se casaron el 14 de diciembre de 1957 en la Iglesia de la Anunciación (Plaza Pedro de Valdivia),  en la comuna de Providencia.

Dorotea Mayrock y Eduardo Cumplido, el día de su matrimonio. 

Entre 1959 y 1963 Lalo trabajo para Tecna Ltda., empresa representante y distribuidora de automóviles de la marca alemana Borgward, cuyos modelos eran armados íntegramente en la planta que tenia esta empresa en Arica, con piezas traídas de Alemania y otras de fabricación chilena.

En 1964 ingresa a trabajar como vendedor a una filial de la Compañía de Teléfonos llamada Guías y Publicidad S.A., empresa encargada de contratar los avisos comerciales de las Páginas Amarillas de las Guías Telefónicas. Al poco tiempo es nombrado Supervisor de Ventas, lo que implica tener a cargo un equipo de vendedores con los que tiene que viajar a lo largo de Chile, para contratar los avisos en las guías correspondientes a cada ciudad. Durante el gobierno de la Unidad Popular, esta empresa es intervenida, dejando de funcionar normalmente y a mediados de 1973 se ve obligada a al cierre de sus operaciones.

En 1974 es contratado como Gerente de Ventas, para formar y desarrollar la compañía Agrovet Ltda., un laboratorio importador de productos biológicos veterinarios, la que llega a convertirse bajo su gestión en una de las más importantes del mercado. Lalo trabaja en esta compañía hasta su retiro en 1990.

El 8 de diciembre de 1990, fue padre por tercera vez, de  Nicolás Eduardo Cumplido Salas.

Al igual que su padre, Lalo fue miembro de la Gran Logia de Chile (Masonería), donde una vez retirado de sus responsabilidades laborales, dedico gran parte de su tiempo en actividades vinculadas a esta organización.

Eduardo fallece en su casa de la comuna de las Condes, en la mañana del 14 de octubre de 2011, a los 83 años de edad.

lunes, 27 de mayo de 2019

Hospedería de San Rafael (*)

UNO DE los fundadores del barrio, Jose Cumplido, caballero que por la austeridad de su vida  hacia honor a su apellido, fundó en compañía de los comerciantes españoles Manuel Puerta de Vera y Jose Maria Anriquez, la Hospedería de San Rafael, ubicada en la avenida Matucana  983, donde actualmente esta la Parroquia de San Pablo,  creada en 1929. El terreno fue comprado a doña Dolores Portales, una de las mas poderosas terratenientes de Yungay, el año 1856, al precio de un real la vara (doce y medio centavos).

Al medir el terreno ocurrió un hecho tragicómico: la señora Portales tenia a su servicio, un mestizo de confianza, apellidado Verdugo, a quien su ama apodaba "el chinito", porque le llevaba al templo la alfombra sobre la cual ella se arrodillaba. El criado era también calesero. Los tres compradores del terreno:  Jose Cumplido, Jose Maria Anriquez y Manuel Puerta de Vera, fueron a medir la propiedad en compañía de "el chinito", en calidad de representante de doña Dolores. En ese momento, por unos centímetros mas o menos,  se produjo una discusión entre los compradores y "el chinito". Cuando este se inclino para medir el terreno, una vaca que allí pastaba, en ese momento, pateo al "el chinito" en la boca y le boto la mitad de los dientes.



La fundación de la Hospedería tuvo su origen en un suicidio: entre los años 1855 y 1860, existía al costado de la Iglesia Catedral, el hotel "Del Comercio". Allí se reunían los mas exaltados propagandistas de las ideas revolucionarias que conmovieron a Francia en 1848, y después divulgadas por toda América. Entre los personajes figuraban: Eusebio Lillo, Manuel Recabarren, Benjamin Vicuña Mackenna y Francisco Bilbao, un juez de apellido Ugarte, y otros jóvenes de menor importancia. A estos los vigilaba un tal De la Jara, dueño del negocio de chancheria, existente en la calle de la Bandera, próxima a la panadería de las Fierro, ubicada entre San Pablo y Zañartu. De la Jara, conocido con el sobrenombre de "el chanchero", era, según decía don Cesar Rossetti, apaleador rentado por el Gobierno de Manuel Montt.

Jose Cumplido poseía un negocio en la calle del Puente; y, diariamente montaba su caballo y se iba desde la plaza de Yungay, donde vivía, a atender su negocio. La cabalgadura quedaba, durante el día, en una especie de posada que había en la plaza del Ajo, mas o menos en el mismo sitio ocupado ahora por la Estación Mapocho. A ese redondel iban a vender los ajos los comerciantes de Santiago y sus aledaños. El vecino Cumplido, cuya residencia se consideraba, entonces, muy distante de la capital, para ahorrarse el viaje hasta su casa, almorzaba en el hotel "Del Comercio". Un dia, al dar las doce el cañón del Santa Lucia y mientras don José Cumplido almorzaba, se le acerco un individuo de aspecto extranjero, y, sorpresivamente, le pidió dinero prestado para cancelar la deuda contraída por su hospedaje en el hotel. El señor Cumplido pensó que se trataba de un ocioso, aficionado a vivir a costa de los demás, y le negó el dinero. El hombre advirtió a don Jose que si no se lo facilitaba, se suicidaría allí mismo. Aunque no dio importancia a la amenaza, momentos después sintió una detonación, salio, junto con los demás comensales a la calle, y encontró tendido sobre el pavimento, con una herida en la sien izquierda, al mismo individuo que le había solicitado el préstamo.

Desde ese momento, el señor Cumplido, atormentado por el remordimiento, de inmediato converso con sus amigos Puerta de Vera y Anriquez, huéspedes también del hotel,  en los momentos del suicidio, y les propuso la fundación de la Hospedería de San Rafael, con el objeto de ofrecer alojamiento y comida a los indigentes, chilenos y extranjeros. Aceptada la idea, se pusieron en campaña para realizarla.

Asesoro a los filántropos, el Padre Francisco Pacheco, de la Recoleta Franciscana, ya mencionado en estas Crónicas. este buen fraile mendicante, tenia una Sociedad de Obreros, llamados "los pechoños", dedicados a construir templos, capillas y edificios para las instituciones de caridad. Entre las pequeñas iglesias edificadas por "los pechoños", en aquel tiempo (1850 - 1860).



El Arzobispo Rafael Valentin Valdivieso, por decreto del 23 de octubre de 1858, aprobó el proyecto provisorio hecho por los Cofrades de la Hermandad del Sagrado Corazón de Jesús de la Parroquia de San Saturnino de Yungay, para establecer la Hospedería de San Rafael, contigua a la capilla de este nombre, erigida por este mismo prelado el 8 de octubre del año anterior.

La capilla y la hospedería las construyeron "los pechoños" del Padre Pacheco.

Uno de los promotores de la Hospederia fue don Manuel Puerta de Vera, el mismo vecino, a cuya petición el Gobierno encargo a Eusebio Lillo, el nuevo Himno Nacional, menos ofensivo que el anterior, para el pueblo español.


La Hospedería de San Rafael daba gratuitamente habitación y alimento a todos los pobres que no poseían dinero para pagar el alojamiento en los hoteles. Tenia varias salas con camas. La institución realizo una dilatada labor social en el barrio; fue administrada, generosamente, por el mismo señor Cumplido hasta el fin de sus días.

Un suelto de crónica de EL MERCURIO, en 1910, recordaba que la Hospedería de San Rafael tenia, a la fecha, mas de medio siglo. Ella sirvió a los pobres, tal vez, hasta 1920; tuvo fama aun en Europa. desde esa fecha, no existe en nuestro barrio, una obra semejante, las hospederías,  fundadas en los últimos 50 años, son negocios como cualesquiera otros, salvo las mantenidas por el Ejercito de Salvación  que hospedan a numerosos desvalidos.

(*) Fragmentos del capitulo VIII del libro:
CRÓNICAS DEL BARRIO YUNGAY
de Fidel Araneda Bravo
Impreso por Carrion e Hijos Ltda.
Santiago de Chile - 1972.

Condecorados

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