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sábado, 28 de diciembre de 2019

Cumplido y la Guerra del 79

Mucho se ha escrito sobre la llamada Guerra del 79 o Guerra del Pacifico, que enfrento a Chile con los países aliados de Bolivia y Perú, entre 1879 y 1884.

De este conflicto bélico son conocidas por la mayoría las grandes batallas, como el desembarco en Pisagua; la toma del Morro de Arica; las batallas de Chorrillos y Miraflores o el combate de La Concepción. Sin embargo hubo varios enfrentamientos menores que son completamente desconocidos para muchos.

Durante mis investigaciones sobre la genealogía de mi familia, me encontré con la ficha militar de un soldado chileno llamado Luis Cumplido, que siendo parte de la 4º Compañía del Batallón Cívico Movilizado Coquimbo Nº 3, participo en dicho conflicto bélico.

Según su ficha militar era soltero y fue enrolado en el ejército el 13 de abril de 1882, por lo que supongo era en ese momento un muchacho muy joven, ya que de lo contrario hubiese sido enrolado con anterioridad.

Participó activamente en 2 batallas, de las que en lo personal, nunca había oído nombrar anteriormente hasta que encontré esta ficha, lo que me hizo buscar antecedentes al respecto.

El primer hecho bélico en el que participo el soldado Luis Cumplido fue el Combate de Balconcillo, ocurrido el 25 de abril de 1883, y cuyos hechos les detallo a continuación:

Cuenta la historia que el comandante en jefe del Ejército chileno de ocupación, Patricio Lynch planeo acabar de una vez con la resistencia peruana y envió  desde Lima en abril de 1883 varias expediciones a la sierra.

Una de estas expediciones salió de Lima el 24 de abril, al mando del el coronel Estanislao Del Canto con 1.200 hombres,  rumbo al valle de Lurín para despejarlo de las guerrillas peruanas.

 Estas fuerzas estaban compuestas por dos batallones: el Miraflores 2º de línea y el Coquimbo Nº 3, al que pertenecía el soldado Luis Cumplido, los cuales salieron desde La Molina rumbo a Cieneguilla con dirección a Malpaso donde pasaron la noche.

En la madrugada del 25 de abril a eso de las 6 de la mañana, las columnas de Del Canto emprendieron nuevamente la marcha hacia un lugar llamado Balconcillo de Aviyay, poblado actualmente despoblado, pero que en esos años era usado como campamento donde se atrincheraban numerosos montoneros peruanos.

Sector de Balconcillo en el valle del río Lurin, cerca del pueblo de San Jose de Nieve Nieve, Perú.

Iba a la cabeza de dicha fuerza chilena, la primera compañía del Coquimbo a las órdenes del capitán Francisco Machuca.

Al mediodía la vanguardia peruana ya enterada del avance chileno, lanzo un ataque sobre la compañía del Coquimbo, provocando su rápido repliegue. Del Canto ordeno entonces el avance de toda la división chilena, fraccionada en dos columnas. El 2º de línea tomó por la derecha del valle y el Coquimbo por la Izquierda.

Al llegar a Balconcillo, fueron recibidos por un nutrido fuego de fusilería, trabándose un combate que duro más de una hora, al cabo del cual, a eso de las 2:30 de la tarde, el ejército chileno obligo a la montonera peruana compuesta por unos 200 hombres al mando del coronel Ismael Gonzales del batallón Huarochirí,  a su retirada en dirección al poblado de Sisicaya.

El 27 de abril el batallón Coquimbo se traslado a un campamento peruano abandonado a una legua y media de Balconcillo, donde permaneció algunas horas, para posteriormente reunirse con el 2º de Linea en Sisicaya.

Las hostilidades continuaron hasta el 28 de abril, momento en el cual a la primera compañía del Coquimbo  se le ordeno coronar la altura de un cerro vecino, lo que consiguió cerca de la medianoche.
La 1ra compañía del 2º de Linea trepo también otra altura quedando el resto de la división con la artillería y caballería en el fondo del valle.

Luego de mas de cuatro horas de tiroteos, los peruanos de los cerros abandonaron sus posiciones ante la aparición de la artillería chilena que les dispara un único tiro de cañón.

Se menciona que por el lado chileno las bajas del batallón Coquimbo fueron de 2 muertos y 3 heridos, mientras el batallón 2º de Linea tuvo 7 heridos, 3 de ellos por la explosión de una mina.

Por parte de la montonera peruana se registraron 50 individuos de tropa muertos y 2 oficiales.

Cumplido sobrevivió a este combate, dado que figura participando en un segundo enfrentamiento que se denomina "Combate de Jauli o Yauli",  que  ocurrió el 16 de mayo de 1883, a la entrada del pueblo de Yauli, donde el grupo expedicionario chileno enfrento a unos 150 montoneros peruanos, que finalmente dejaron  seis muertos, entre ellos al Gobernador del lugar.

También tuvo la fortuna de sobrevivir a la guerra, por que según su ficha militar fue dado de baja del  ejército el  15 de julio de 1884, debido al término del conflicto.

La pegunta que cabe hacerse ahora es: ¿que habrá sido de la vida de este soldado Luis Cumplido, y que relación podrá tener con mi familia?

Es una tarea que me queda pendiente por investigar, porque por ahora no tengo respuesta.

Recreando a un soldado chileno del Regimiento 4to. Linea acompañado de su mujer, durante los años de la Guerra del Pacifico
(Irene y Yo en calle Baquedano de Iquique en una fotografía de febrero de 2012)

miércoles, 25 de diciembre de 2019

A bordo de la Dama Blanca


Son pocos los llamados “civiles” que tienen la oportunidad de navegar en el buque escuela Esmeralda, bergantín goleta utilizado por la Armada de Chile para realizar los cruceros de instrucción para numerosos cursos de guardiamarinas, marineros, cadetes y grumetes.

Junto con mi mujer, Irene Chantire, tuvimos la oportunidad única de viajar en la Dama Blanca entre los puertos de Valparaíso y Talcahuano en septiembre de 2010.

Todo comenzó en la mañana de un viernes de enero del año 2010, mientras trabajaba en la tienda París de Valparaíso, donde desde el ventanal del tercer piso que tiene una vista privilegiada a la bahía, vi ingresar al buque escuela rumbo al Molo de abrigo.

Como siempre había tenido ganas de abordar y conocer la Esmeralda, me acorde que mi amigo Sergio Sagúez, había sido oficial de la Armada, por lo que lo llame para preguntar si me podía conseguir la posibilidad de visitarla.

Después de hacer las averiguaciones del caso con sus contactos, Sergio me devolvió la llamada para darme la buena noticia que me esperaban al día siguiente en el barco para una visita guiada. 

Esa mañana de sábado me presente puntualmente en el puesto de guardia del Molo de Abrigo, desde el cual me acompañaron hasta el buque escuela, donde fui recibido por un oficial, que me asigno a un Guardiamarina, el que me guió a través de las distintas cubiertas en una muy amena explicación sobre cada una de las dependencias de la Esmeralda.

La visita culmino en la cámara del Capitán, un hermoso salón de lujo, donde me recibió el Capitán de Navío, Ignacio Mardones Costa, con el que mantuve una amena conversación sobre la historia de barco.

Dentro de los varios temas que tocamos, Ignacio me comento sobre la participación que tendrían en un evento denominado “Regata Bicentenario Velas Sudamericanas”, en el cual 12 grandes veleros de distintos Países recorrerían el continente a partir del 31 de enero partiendo desde Rio de Janeiro - Brasil, para conmemorar los 200 años de independencia de Argentina, Chile y México.

A partir de esa conversación, empecé a seguir la competencia náutica a través de un link que permitía hacer seguimiento en línea a los doce barcos participantes, y junto con ello mantener contacto con Ignacio Mardones a través de correos electrónicos.

A mediados de abril, la Regata Bicentenario llego a Valparaíso, y aproveche la ocasion de que los barcos estaban abiertos a todo público para visitar el  B.E. Juan Sebastián Elcano, de la armada española, gemelo de la Esmeralda.

También estuve a bordo del ARA Libertad de la armada Argentina y del ARM Cuauhtémoc de la armada de México, y pude nuevamente volver a visitar el B.E. Esmeralda, y encontrarme con el Comandante del buque escuela.

Una vez finalizada la regata a fines de junio del 2010, la Esmeralda regreso a Chile para participar durante el mes de septiembre de varios eventos vinculados a la celebración de los doscientos años de la Independencia.

El jueves 23 de septiembre, recibí una llamada de Ignacio Mardones invitándome a almorzar al mediodía en el buque escuela Esmeralda, cosa que acepte de inmediato, pero advirtiendo que me encontraba ese día con Irene de visita en Viña.
Ignacio muy amablemente extendió la invitación para que ella nos acompañara en el almuerzo.

Concluido el almuerzo, Ignacio nos dio la tremenda sorpresa, invitándonos a ambos a navegar a Talcahuano el domingo siguiente, ya que el buque debía ser llevado a los Astilleros de Asmar, para acondicionamiento y mantención.

Con Irene nos embarcamos en el Molo de abrigo del puerto de Valparaíso, a las 16:00 del domingo 26 de septiembre de 2010, donde fuimos recibidos por la oficialidad del barco y por su propio comandante el capitán de navío Ignacio Mardones Costa.

Nos condujeron a los que fueron nuestros camarotes durante el viaje, que se encontraban en la cubierta de oficiales. A Irene le asignaron uno individual, y para mí un camarote con dos literas que compartí con un abogado de Concepción, que no recuerdo su nombre.


El barco zarpo de Valparaíso alrededor de las 18.00 horas, con un tiempo bastante ventoso y el mar algo agitado, lo que hizo que esa primera tarde el barco se moviera bastante, lo que me produjo mientras estaba bajo cubierta una desagradable sensación de mareo, cosa que no ocurría mientras estaba en cubierta al aire libre.

Debo reconocer que al momento de abordar, se nos ofreció tomar una pastilla para el mareo, a lo que Irene accedió, y no tuvo problemas. Sin embargo en mi caso, por hacerme el "valiente", no quise tomar nada, y tuve que sufrir las consecuencias.
Luego de un par de horas de reposos en el camarote, las molestias desaparecieron por completo, y pude disfrutar del viaje.

Todos los invitados al viaje, que calculo deben haber sido unas 30 personas, fuimos conducidos al comedor principal de la tripulación, donde se nos dieron instrucciones sobre el comportamiento que debíamos seguir a bordo y sobre algunas medidas de seguridad.

La primera noche tuvimos una muy agradable cena en el comedor de la cámara del comandante, en compañía de otros invitados y evidentemente de Ignacio Mardones.

Al día siguiente  navegando alejados de la costa, -Muy pocas veces la vi en el horizonte-,  recorrimos el barco de proa a popa donde muy amablemente la tripulación nos explicaba cada una de las tareas que se realizaban en este bergantín goleta.

Quizás lo más interesante fue conocer en detalle toda la operación que se efectua en el Puente de Mando del barco y las maniobres que se realizan para desplegar parte del impresionante velamen del bergantin goleta, a pesar de que la navegación fue casi en su totalidad a motor.

Uno de los datos curiosos que nos contaron, fue que los trabajos que le iban a practicar al barco en los astilleros de Talcahuano, eran debido a que a partir del 2011 recibiría a la primera dotación de Guardiamarinas mujeres egresadas de la Escuela Naval, y por ello la  Esmeralda, ademas de la evidente separación de baños y dormitorios, se le tenia que cambiar una gran parte del sistema eléctrico, debido a que por el uso de secadores de pelo por parte de las mujeres, se requería instalar baterías de mayor capacidad.

El segundo día culmino en una cámara de descanso reservada para los oficiales, donde compartimos con ellos una agradable velada y tuvimos la oportunidad de ver un vídeo resumen sobre la recién finalizada “Regata Bicentenario”.

La Esmeralda arribo a la bahía de Concepción durante la madrugada del martes 28 de septiembre. No me di cuenta a qué hora ya que estábamos durmiendo.

Luego de desayunar en el comedor de la tripulación y de agradecer infinitamente tan increíble experiencia, Irene y yo desembarcamos  a las 8:00 de la mañana en la base naval de Talacahuano.

El B.E. Esmeralda en el puerto de Talcahuano, la madrugada del 28 de septiembre de 2010. Fotografía tomada desde la lancha que nos llevaba a tierra durante nuestro desembarco

Fue impactante ver en el lugar, los estragos causados por el terremoto y tzunami del 27 de febrero de 2010, que aun eran visibles en gran parte de las instalaciones portuarias y en los sectores de la ciudad cercanos a la costa, a pesar de que habían pasado 7 meses desde aquel trágico evento de la naturaleza.

Este viaje a bordo de buque escuela Esmeralda, de la Armada de Chile, fue para Irene y para mí una de las experiencias inolvidables que nos toco vivir en nuestra vida juntos.

miércoles, 11 de diciembre de 2019

El vuelo del Avión Rojo

En abril pasado transcribí el capitulo de un libro que hace referencia a la aventurera vida de mi tío abuelo, Alberto Cumplido Ducos, entre cuyas lineas se menciona su estadía como Gobernador de Isla de Pascua, y su curiosa fuga con un grupo de regalados políticos.

Para complementar la historia, les presento en esta ocasión un articulo del historiador chileno Ivan Ljubetic Vargas, titulado "El vuelo del Avión Rojo", que relata -a mi juicio con cierto sesgo político-  como y por que motivo  este grupo de relegados fueron desterrados en Rapa Nui.

El vuelo del Avión Rojo (*)

A comienzos de 1928 la dictadura del general Carlos Ibañez del Campo reprimía a los chilenos. El descontento cundía y el ex presidente Arturo Alessandri Palma quiso aprovecharlo.

El 23 de octubre de ese año se reunió en el puerto francés de Caláis, con Marmaduke Grove (entonces agregado militar en París), de ideas socialistas, el general (r) Enrique Bravo Ortiz, Agustín Edwards Mac-Clure y José Santos Salas. Era el comienzo de una conspiración para derrocar al “Paco” Ibáñez.


Comandate Marmaduke Grove Vallejo

En Buenos Aires, otros adeptos de Alessandri como Horacio Hevia, Pedro León Ugalde, Carlos Vicuña Fuentes, Galvarino Gallardo Nieto y Luis Salas Romo, constituyeron un comité revolucionario y en Chile se formó otro.

El propio Alessandri organizó en París el “comité ejecutivo financiero” con Gustavo Ross Santa María, Agustín Edwards Mac-Clure, Cornelio Saavedra y otros potentados. Pero este comité jamás aportó un centavo para la “revolución”.

La dictadura estaba muy bien informada: Ventura Maturana, jefe de la policía política, tenía una eficaz red de soplones y espías. Por ello, no fue difícil detener al mayor Carlos Millán Iriarte y al suboficial de sanidad Plinio Macaya, al desembarcar en Valparaíso el 7 de marzo de 1928, provenientes de Europa con mensajes de los conspiradores.
La prensa anunció que se había descubierto “un complot comunista”.

El 31 de julio, Grove recibió una comunicación que lo cesaba en sus funciones en París. Al día siguiente, lo dieron de baja del ejército. En mayo de 1929 llegó a Buenos Aires, incorporándose a las actividades conspirativas.

En febrero de 1930, Guillermo García Burr y Aurelio Benavente -ambos del comité revolucionario de Santiago- viajaron a Concepción y se contactaron con oficiales de la guarnición.
Alrededor de un centenar de ellos afirmó estar por derrocar la dictadura de Ibáñez. Concepción era, por tanto, el punto ideal para iniciar las acciones.

García Burr se trasladó a Buenos Aires. Informó de la situación y entregó el plan elaborado por el comité revolucionario de Santiago: el general Enrique Bravo debía viajar por tierra a Concepción para llegar antes del 17 de septiembre de 1930 y ponerse a la cabeza de la insurrección.

Bravo y Grove desecharon el plan e idearon otro: llegar en grupo y en avión a Concepción. Recursos no tenían. Entonces el general Bravo se entrevistó con el periodista argentino Natalio Botana, propietario del diario Crítica. Este contribuyó para arrendar un avión, conocido por su color como el Avión Rojo.

Mientras tanto, en Concepción la guarnición de cinco mil hombres esperaba desde el 17 de septiembre al jefe de la insurrección. En la tarde del 20, al no tener noticias, los jefes del comité revolucionario de Concepción decidieron despachar a la tropa con vacaciones de Fiestas Patrias, hasta el 24 de septiembre.

Sin embargo, ese mismo sábado 20 de septiembre emprendía vuelo el Avión Rojo desde el aeródromo de Morón, en Buenos Aires, llevando al general Bravo, Grove, Vicuña Fuentes, Luis Salas Romo, Pedro León Ugalde y José Luis Sánchez. A las 15.30 aterrizó en San Rafael, para re abastecerse de combustible.
El comandante de la guarnición los retuvo hasta las 11 horas del domingo 21, para comprobar sus documentos.

El Avión Rojo aterrizó en Concepción el 21 a las 16.30, cerca del hipódromo. No les esperaba nadie. Partieron a buscar a sus domicilios a los jefes comprometidos en la insurrección. No los encontraron. Uno de ellos, el mayor Alfredo Donoso junto al general José María Barceló Lira, comandante de la III División del ejército, presenciaban las carreras en el hipódromo y vieron aterrizar el Avión Rojo.

El general Barceló le dijo a Donoso que él se iba a Santiago para no tener que ver con lo que sucedería en Concepción y que Donoso resolviera lo que estimara conveniente.

Los viajeros del Avión Rojo, desesperados, se dirigieron al Regimiento Chacabuco. Allí se entrevistaron con el teniente Carlos Charlín. Uno de ellos se presentó como “Enrique Morales”, pero Charlín exclamó: “¡Pero si usted es don Carlos Vicuña Fuentes. Yo fui su alumno en Santiago...”

Se reunieron los cuatro (los otros dos eran Bravo y Grove). El teniente Charlín propuso convocar a los militares que pudieran al Regimiento Chacabuco. A las 19 horas estaban allí 150 oficiales de la guarnición penquista y unos 300 suboficiales y conscriptos.
Por entonces ya había comenzado la traición de los comprometidos en la conspiración. El primero fue el coronel Gonzalo Gómez que denunció en la Intendencia lo que ocurría.

El general Barceló interrumpió en San Rosendo su viaje a Santiago para regresar a Concepción. A las 0.15 de la madrugada del 22 de septiembre se presentó en el Chacabuco. Tuvo un fuerte altercado con Grove en que incluso intercambiaron disparos, sin herirse. Los soldados presentes apoyaban a Grove. Barceló agotó las balas y el general Bravo le gritó a Grove: “¡Mátalo!, ¡mátalo! Así aseguramos el triunfo de nuestra causa”, pero Grove no disparó. Barceló se retiró derrotado. Pero comenzó a llamar de a uno por uno a los jefes y oficiales de la Guarnición, casi todos comprometidos en la conspiración. A la pregunta: “¿Con quién está usted?”. Todos respondieron: “¡Con usted, mi general!” Sólo Charlín no compareció y se mantuvo leal a los tripulantes del Avión Rojo. Más de un centenar de oficiales los traicionaron.

Llegaba a su fin la aventura. Después de meses de conspiración y arduos esfuerzos para conseguir los medios para llegar a Concepción, tuvieron que aceptar los llamados a rendirse del general Barceló transmitidos por los mismos oficiales que habían participado en el complot.

La Corte Marcial que los juzgó llevó a cabo un proceso lleno de irregularidades. Condenó al general Bravo, a Grove, Salas Romo, Pedro León Ugalde, Vicuña Fuentes y José Luis Sánchez a 10 años y un día (antes de conocerse el fallo, Bravo y Grove fueron enviados a Isla de Pascua); a cinco oficiales (incluido Charlín) los condenó a 15 años de extrañamiento; a otros tres a 3 años. El coronel Gonzalo Gómez y el mayor Alfredo Donoso fueron absueltos.

Finalizado el proceso, Vicuña Fuentes fue secuestrado y enviado también a Isla de Pascua.

El 10 de febrero de 1931 la goleta tahitiana Valencia rescató a los tres relegados. Con ellos se embarcó Alberto Cumplido, designado gobernador de la isla por Ibáñez.

Después de más de dos meses de navegación llegaron a Europa. Grove y Cumplido pisaron tierra francesa el mismo día que en Chile era derrocado Ibáñez: el 26 de julio de 1931.


(*) Ivan Ljubetic Vargas
Publicado en Revista Punto Final
Edición Nº 556
Octubre de 2003.

miércoles, 27 de noviembre de 2019

Una piscina en Providencia

Si existe un lugar físico que marco a mi familia, fue sin dudas la piscina que tuvo el Club Deportivo de la Universidad de Chile en la comuna de Providencia.

La historia del lugar comienza a principios del siglo XX, cuando se crea la comuna de Providencia y especialmente cuando se urbaniza el fundo Los Leones, que comprendía el sector entre Pedro de Valdivia y el canal San Carlos.

Gran parte de los integrantes de la colonia alemana residente en Santiago, comienza a trasladarse a esta joven comuna y establece allí sus organizaciones sociales y educativas.
Es así como surge la Iglesia Luterana en la calle Lota  y junto a ella el Colegio Alemán, que se conocía como la "Lota Schule", para diferenciarlo del antiguo colegio de calle Almirante Barroso.

También se instala en la comuna la sede de la Legación alemana en Chile, en calle Pedro de Valdivia casi esquina de Juana de Arco, en el terreno que hoy ocupa el Colegio Alemán Sankt Thomas Morus.

Destacados miembros de la colonia alemana comienzan a construir sus casas en el sector, como es el caso de Guillermo Schacht Tröger, cónsul honorario de Alemania en Chile, quien mando a construir el edificio que se levanta en la equina de Pedro de Valdivia con Nueva Providencia, y que se conoce como Palacio Schacht, que alberga en la actualidad al Instituto Cultural de Providencia.

Vista de las canchas del Deutscher Sportverein en la comuna de Providencia, con la imponente Cordillera de Los Andes como marco de fondo.

En 1916 la comunidad alemana crea una organización deportiva que bautizan con el nombre de Deutscher Sportverein Santiago (Club Alemán de Deportes de Santiago), y adquiere un terrreno ubicado entre las actuales Av. Los Leones, Eleodoro Yañez, Suecia y Carlos Antunez, donde se construyo una cancha de fútbol, de tenis y de atletismo.

A mediados de la década del 30 el Deutscher Sportverein que ademas de las instalaciones ya mencionadas, contaba con una flamante piscina de 25 metros, se había transformado en el principal centro de reuniones de la comunidad chileno-alemana, y en el se realizaban innumerables actividades sociales.

La piscina del Deutscher Sportverein Santiago, en una fotografía de 1940.

Dentro de las múltiples actividades que se realizaban en el Deutscher Sportverein, estaban las clases de gimnasia y educación física del vecino Colegio Alemán de calle Lota, por lo que mi madre, Dorotea Mayrock, alumna de dicho establecimiento, era asidua visitante del estadio.

La boyante actividad de este complejo deportivo se ve truncada a consecuencia de la Segunda Guerra Mundial, ya que a pesar de la neutralidad que experimento Chile, casi al finalizar el conflicto se anuncia la suspensión de relaciones  diplomáticas con Alemania y la derogación de la personería jurídica del Sportverein.

El hecho de perder su personería jurídica hizo que el terreno de 30.000 metros cuadrados en el corazón de la comuna de Providencia se viera obligado al pago de impuestos a los que hasta entonces estaba  exento por tratarse de un recinto deportivo. Esto hizo que fuera insostenible para la comunidad mantener dicho terreno, lo que los obligo a su venta.

El loteo y venta del estadio estuvo a cargo Alberto Henckel, director de la organización deportiva y funcionario del Banco de Chile. Una calle que hoy atraviesa lo que fue el terreno del Sportverein lo recuerda.

Quien se hizo de una propiedad en este loteo, fue la Universidad de Chile, cuya casa de estudios adquirió para su Club Deportivo un terreno de 3.000 metros cuadrados en la esquina nor-oriente del antiguo estadio. El paño incluía la piscina y sus instalaciones, parte de los jardines y parque, una terraza que hacia de casino al aire libre y la casa del administrador del recinto.

Fue así como la antigua piscina del Club Alemán, ahora llamada "Piscina de Los Leones" o "Piscina de la U", quedara a mediados de la década del 1940 abierta a la comunidad en general, lo que hizo que a ella no solo siguieran asistiendo por un tiempo los integrantes de la colonia chileno-alemana, sino que ademas se integraran a ella, durante los meses de verano, muchos vecinos del barrio.

Los que también llegaron a utilizar las instalaciones durante las temporadas de verano fueron los integrantes de la rama de natación del Club Deportivo Universidad de Chile, entre ellos mi padre Eduardo Cumplido, que hasta entonces solo entrenaban y competían en la Piscina Escolar de Mapocho.

Fue así como la piscina de Los Leones se transformo en cuna formadora de varias generaciones de nadadores que defendieron los colores de la Universidad de Chile, y de grandes figuras de la natación chilena.

Mi padre Eduardo Cumplido en la piscina de Club Deportivo de la Universidad de Chile.

En lo particular vinculado a mi familia, fue justamente la combinación entre los ex miembros del Sportverein, con los integrantes de la rama de natación de la U que asistían a la piscina en los veranos, lo que hizo posible que mis padres se conocieran.

La piscina se transformo para Lalo y Dossy prácticamente en su segunda casa por mas de 25 años, ya que de diciembre a marzo pasaban días enteros en el lugar, compartiendo con amigos.

También lo fue para mi hermano Ricardo y para Mi. 
Desde que nacimos pasábamos prácticamente todo el veranos en la querida piscina de la U, a tal punto que no tengo muchos recuerdo durante mi infancia y adolescencia de haber tenido vacaciones fuera de Santiago.

Fue un lugar lleno de historias, aventuras y anécdotas, como por ejemplo era muy común encontrarse al mediodía de cada fin de semana a Leonel Sanchez, Carlos Campos, Braulio Musso, Ruben Marcos y a los demás legendarios integrantes del "Ballet Azul", el equipo de fútbol profesional de la Universidad de Chile de los años 60, almorzando en el casino de la piscina antes de partir al estadio para enfrentar al rival de turno.

Incluso en los famosos torneos de fútbol de verano en que la "U" participaba junto a clubes extranjeros, ocurrió que el famoso Santos de Brasil, con el mismísimo Pele a la cabeza, también acompaño en uno de estos almuerzos en el casino, a los integrantes de Ballet Azul. 
Me cuenta mi padre que "O Rey" me tomo en brazos cuando Yo tenia algo así como 2 o 3 años de edad. (Lamentablemente no habían en esos años un celular para capturar el momento).  

Ya a fines de los 60, Ricardo y Yo nos integramos a la rama de natación de la Universidad de Chile, donde desarrollamos una interesante carrera deportiva que nos marco de por vida, y que nos inculco el gusto por el deporte competitivo,  gusto que nos acompaña hasta hoy.

Mi hermano Ricardo con 10 años de edad, en el monolito de partida de nuestra recordada piscina, en sus primeros pasos como nadador de la "U".
(Fotografía de 1972)

El verano de 1975 fue el ultimo que nuestra querida piscina estuvo abierta. 
Ese año la propiedad fue puesta en venta, ya que el Club Deportivo de la Universidad de Chile se había hecho de un terreno en la comuna de Las Condes, donde pretendía construir un gran complejo deportivo que incluía a todas las ramas del club, y del que solo alcanzo a inaugurar una piscina olímpica en 1978. 

El proyecto lamentablemente nunca se termino de concretar, y la Casa de estudios termino vendiendo posteriormente los terrenos a la Municipalidad de Las Condes en 1985, quien lo transformo en el actual Parque Araucano.

Con la desaparición de la piscina de Los Leones, también termino nuestra carrera deportiva como nadadores.
De alguna manera habían desaparecido con ella, la que era nuestra casa en los veranos, nuestro patio de juegos y parte de nuestra infancia.

sábado, 9 de noviembre de 2019

Visitas ilustres en la casa de Lima

Una muy bonita costumbre tenían mis abuelos maternos Meline Quentin y Norbert Mayrock, fue la que consistía en que cada una de las personas que era invitado a su casa, debía dejar una dedicatoria con su nombre en un libro de visitas, que afortunadamente hoy conservo.

A lo largo de 68 años, este libro de visitas es firmado por mas de 900 personas, que incluyen amigos, familiares y conocidos.

Tal como he comentado en artículos anteriores mis abuelos vivieron prácticamente en 3 casas a lo largo de su vida.
La primera estaba en el 477 de Avenida Benavides en el barrio de Miraflores en Lima, Perú, donde se establecieron en 1925, y donde estuvieron hasta los primeros meses de 1939.

La casa de mis abuelos en en 477 de Avenida Benavides en el barrio de Miraflores de Lima - Perú.

Luego de eso, los sorprendió en unas vacaciones por Europa el inicio de la Segunda Guerra Mundial, por lo que vivir en su propio hogar se vio interrumpido hasta que en 1948 lograron regresar a Sudamérica y se establecieron definitivamente en Chile.

Una vez en Santiago de Chile vivieron en 2 casas en la comuna de Providencia. La historia vinculada a esas casas la dejo para un próximo articulo

En este primer articulo sobre las dedicatorio de quienes estuvieron en la casa donde vivió la familia Mayrock-Quentin en Lima, voy a nombrar las que a mi juicio son las personas mas destacadas, o las que mas me llamaron la atención, de todas quienes que visitaron la casa de Avenida Benavides.

El libro de visitas parte el 11 de marzo de 1926, con la dedicatoria que dejan los señores Paul Eitel y Geo Ehni que se identifican vinculados a la sucursal peruana de "Casa Welsch", una conocida casa comercial de Nueva York, dedicada a la importación y transacción de toda clase de objetos de arte.

A partir de ellos las visitas a la casa de Miraflores se van sucediendo una tras otra, como por ejemplo la del pintor, profesor y ensayista peruano José Sabogal, promotor del movimiento cultural indigenista, quien estuvo invitado en compañía de su señora el 26 de septiembre de 1929.

Cabe recordar que Norbert Mayrock, durante sus años de estadía en el Perú, se fue haciendo de una enorme colección de piezas arqueológicas de Arte Precolombino, que llego a ser una de las mas grandes del mundo en manos particulares.
Es por eso que muchas de las visitas que recibían en su casa eran personas vinculadas al estudio de de la Arqueología y Antropología.

Es el caso del profesor Walter Lehmann, director de Etnología y Conservador del Völkerkunde Museum de Munich, que fue invitado el 26 de noviembre de 1929.

En diciembre de 1931 reciben la visita del afamado Arqueólogo y decano de los estudios peruanistas de la Universidad alemana de Marburgo, Heinrich Ubbelohde-Doering.

El Pastor Friederich Karle, Presidente del Consejo Sinodal de la Iglesia Luterana en Chile, también es recibido en casa de mis abuelos en febrero de 1932.

El Capitan de Corveta Guido Zaubzer, de la marina de guerra alemana, en compañía de los cadetes, Otto Werner y Jürgen Denke, también estuvieron en julio de 1932 en casa de mis abuelos. Dejaron una muy extensa dedicatoria en la cual se dieron el tiempo de dibujar la silueta de un barco de guerra.
Guido Zaubzer tendría una activa participación como comandante del viejo Acorazado SMS Schleswig-Holstein, durante la Segunda Guerra Mundial.

El Profesor de Lingüística y Sánscrito de la Universidad de Koenigsberg, Helmuth von Glasenapp, firma el libro de visitas el 31 de agosto de 1934.

En junio de 1934 recibieron desde Chile la visita de su cuñado Herman Feise, casado con Irene Quentin Saelzer, hermana de mi abuela Meline.

En 1935 el Crucero Karlsruhe de la marina de guerra de del III Reich, al mando de su comandante Günther Lütjens (que posteriormente seria comandante del Acorazado Bismarck), realiza una gira de representación por puertos americanos. En su paso por Lima, tres de sus oficiales, los señores Asmus Petersen, Fritz von Bucholtz y Carl Emmermann, son invitados el 31 de enero a la casa de los Mayrock.

Piocha obsequiada a mi abuela por los oficiales del Crucero Karlsruhe en 1935

Wendell Bennet, arqueólogo norteamericano y profesor de la Universidad de Yale, quien ademas se desempeñaba en el American Museum of Natural History, también fue visitante  en junio de 1936.

Otro de los personajes curiosos que estuvo en casa de mis abuelos fue el General de la Wehrmacht, Eccard Freiherr von Gablenz quien los visito en junio de 1938. von Gablenz fue posteriormente comandante de varias divisiones durante la Segunda Guerra Mundial, donde recibió la Cruz de Caballero de la Cruz de Hierro y ascendido al grado de Teniente General, por sus acciones en combate.

Las ultimas visitantes que tuvo la casa de Miraflores en Lima, en febrero de 1939, antes que mis abuelos partieran de vacaciones a Europa, fueron las de mi bisabuela Irene Saelzer y su hija Elisabeth Quentin, quienes viajaron al Perú para traer a mi madre Dorotea y a su hermana Erika a Chile mientras duraba el viaje de sus padres.

Nadie podía imaginar en ese momento que la familia nunca mas regresarían a lo que hasta entonces era su hogar en el Perú.

jueves, 24 de octubre de 2019

Mi padrino el Galgo

En las décadas de 1940 y 1950, la actividad del fútbol de primera división no era todo lo profesional que es hoy en día.
De hecho la mayoría de los jugadores tenían como complemento a  su actividad deportiva una segunda profesión que les permitía llevar una vida sin sobresaltos económicos.

Cuando mi padre ingreso a trabajar a la Compañía de Teléfonos de Chile en los años 50, se encontró allí con varios de estos jugadores profesionales del fútbol chileno, algunos aun activos y otros ya retirados, que se desempeñaban en paralelo en dicha empresa estatal.
Con muchos de ellos entablo una gran amistad.

Fue el caso de Victor Klein "Vitoco", un delantero de Santiago Morning, que mas de una vez integro la Selección de Chile; el tocopillano Ascanio Cortes, defensa central de Audax Italiano, quien también integro el equipo nacional, e incluso fue parte  de "La Maquina", el mítico River Plate de Argentina de los años 40, (hoy el estadio de Tocopilla lleva su nombre); y los campeones del Santiago Morning de 1942, el mediocampista Guillermo "Carreta" Casanova  y el legendario portero William Marin.

Fue justamente con este ultimo con quien mi padre entablo una especial amistad, a tal punto que en 1959 escogió a Wiliam como el padrino de mi bautizo.

Equipo de la Compañía de Teléfonos de Chile.
De izquierda a derecha  arriba: Victor Klein (1º); William Marin (5º) y Guillermo Casanova (ultimo en ropa de vestir). abajo: Eduardo Cumplido, mi padre (2º), Raul Gutierrez (3º), Eduardo Carvallo (4º) y Hugo Bravo (5º).

A continuación transcribo un articulo del periodista deportivo Luis Urrutia O`Nell "Chomsky", publicado hace algunos años, a modo de homenaje póstumo al que fue mi padrino, William Marin:

Adiós al Galgo (*)

Siempre busco a ex futbolistas, a veces me cuesta dar con alguno de ellos. Sabia que William Marin, quien defendió el arco de Santiago Morning, Audax Italiano e Iberia acudía al café Haiti del Paseo Ahumada, pero nunca coincidíamos. "Recién se fue", "estuvo ayer", me decían. Hasta que un mediodia de 2007 al caminar por calle Moneda me topé casualmente con un señor alto. Reconocí de inmediato ese rostro de portada de la vieja revista Estadio. "Usted es el Galgo", lo saludé.

Conversamos una media hora y me pidió que postergara la nota que quería hacerle.
Hacia poco había sufrido un infarto cerebral y le faltaba hacerse un electroencefalograma. Él sentía que había quedado con séquelas. Se hallaba muy bien, solamente que pensaba mas lento. "En dos semanas mas hacemos la entrevista", me solicito. Aproveche de actualizar su ficha. Nombre completo: William Jesús Marin Laurence. Fecha de Nacimiento: 22 de abril de 1922. Estatura: 1,86 metros. Peso: 78 kilos. Por su delgadez lo habían bautizado Galgo.

Me hablo de su enorme admiración por Sergio Livingstone, pero hizo hincapié en que Roberto Rojas lo había superado, en especial por su achique. Don William era un sobreviviente, me contó que andaba con un marcapaso, que tenia seis bypass, que en octubre de 2005 lo había atropellado una micro amarilla... De todo se había recuperado. Su único dolor era que su carrera en Santiago Morning se había asociado a la buena suerte, por los tiros en los palos. Incluso existía un dicho: "¡Tienes más suerte que William Marin!". Lo consideraba muy injusto y todavía lo amargaba. Me relato que eso se había originado en un partido con Universidad de Chile. Un disparo hizo carambola en el travesaño y un reportero gráfico de la revista Estadio, Eugenio Garcia, "el Mago de la lente", había captado el momento justo. "Estadio publico varias veces esa foto, siempre para tocar el tema de la fortuna", se lamentó.

Le comente que eso mismo le sucedió décadas después s Adán Godoy, también arquero de Santiago Morning, pero que en mis años de ver fútbol no conocía un golero con mas suerte que José Maria Buljubasich, en Universidad Católica, con dos y hasta tres remates en los postes por partido. Me interrumpió aliviado y exclamó que era primera vez que escuchaba esa observación a un periodista. Dos años antes Buljubasich había establecido el récord de 1.352 minutos con la valla invicta.

Hace unos meses, entreviste a Adán Godoy, quien sacó a colación ese aspecto de la buena fortuna. Con el humor que lo caracteriza, Godoy se burlaba: "Los hinchas no se dan cuenta de que es mérito del arquero que la pelota pegue en el palo. Uno sale a  achicar y cubre los espacios, entonces solo queda que el balón se estrelle en los postes".

Marin empezo su carrera a los 16 años y fue campeon en Santiago Morning 1942, con el astro  Raul Toro Julio -el ídolo de Cua Cuá Hormazabal y Leonel Sanchez- y compañero del argentino Salvador Nocetti, el Ruso, que dirigió la selección nacional en 1969.

En la despedida, Marin señalo las bondades de los grandes arqueros que vio: la prestancia de Sergio Livingstone, la reacción de Hernan Fernandez, la seguridad de manos de Mario Ibañez, el arrojo de Daniel Chirinos, la agilidad de Misael Escuti y resumió del Condor Rojas: "Atajaba en todos los rincones".

El jueves pasado, William Marin falleció a los 90 años.


(*) Columna de Chomsky
Publicado por Publimetro
12 Noviembre de 2012.

sábado, 19 de octubre de 2019

Isabella

¿Isabella?;
¿Quien es Isabella?;
¿Acaso algún antepasado de origen italiano?

No; Isabella no fue ninguna persona de carne y hueso; Isabella fue el modelo mas exitoso de la compañía alemana fabricante de automóviles Borgward, fundada en 1924 por el ingeniero Carl F.W. Borgward, y que se fabricaron en la planta de dicha compañía en la ciudad alemana de Bremen, entre los años 1954 y 1962.

¿Pero que hace de este auto algo tan especial, que merece un articulo en un blogg que tiene como objetivo el recuerdo de personas e historias de familia?

Elisabeth Quentin Saelzer, hermana menor de mi abuela materna, se caso el 12 de julio de 1944, con el ingeniero Oscar Andwandter Schwarzenberg, quien con los años se transformo en un exitoso empresario que dentro de sus múltiples actividades le dio vida en los años 50,  junto a un par de socios, a una compañía que bautizaron con el nombre de Tecna S.A.

Elisabeth Quentin Saelzer y Oscar Andwandter Schwarzenberg

En una reunión en Alemania entre Oscar Andwanter con el ingeniero Carl Borgward, propietario de la fabrica automotriz del mismo nombre, consigue la representación de la marca para Chile, lo que significo para la recien creada Tecna, montar en la ciudad de Arica, una planta para el armado de los vehículos que eran importados desarmados desde Alemania.

Por disposición del gobierno de la época se debían armar los autos en Chile, y en su proceso de  fabricación tenían que llevar un porcentaje de piezas y partes chilenas para incentivar a la industria nacional.

Tal como conté en el articulo dedicado a mis padres, ambos trabajaron en Santiago en el  gran edificio que albergaba las oficinas, sala de ventas y taller de mantenimiento que tenia Tecna en Av. Francisco Bilbao casi al llegar a Pedro de Valdivia, en la comuna de Providencia (Fue demolido hace pocos meses atrás para dar cabida a un edificio de departamentos).

El primer automóvil que tuvo mi padre un par de años, fue un Fiat 1100 de 1949, hasta que a fines de 1961 adquirió, mientras trabajaba en Tecna S.A., un Borgward Isabella cero kilómetros de color blanco, el que se transformo en nuestro transporte familiar,  y compañero de viajes y aventuras, por mas de 20 años.

Mi madre y Yo en una foto de fines de 1960, junto al Fiat 1100, el primer auto que tuvieron mis padres.

Una de las tantas aventuras a bordo del recordado Isabella, y quizás la mas sabrosa de todas, fue la que Lalo vivió en 1962, cuando aun el auto no cumplía ni siquiera un año.

Chile fue el País anfitrión de la séptima versión de la Copa Mundial de Fútbol,  y que se jugo en cuatro ciudades sede: Arica, Viña del Mar, Santiago y Rancagua.

La Selección de Chile  jugo la fase de grupos en Santiago, donde enfrento a las selecciones de Suiza, a la que venció  3x1; a la de Italia, que derroto 2x0;  y finalmente a la de Alemania Federal, con la que perdió 0x2.

Esta derrota hizo que la selección de Chile quedara clasificada para cuartos de final como segundo en el Grupo B, y por lo tanto debía viajar hasta Arica para enfrentar al ganador del Grupo A, la poderosa selección de la Unión Soviética con el legendario arquero Lev Yashin a la cabeza, a quien apodaban "La Araña Negra".

Lalo tenia un Abono para todos los partidos que se jugaban en el Estadio Nacional de Santiago, y esta derrota con Alemania Federal  en el encuentro jugado el miércoles 6 de junio, trastoco los planes de ver a la selección de Chile en todos sus compromisos.

Fue así como el día jueves siguiente al partido con Alemania, junto a un grupo de compañeros de trabajo planearon rápidamente partir en apenas 24 horas, en la tarde del viernes 8 una vez finalizada su jornada laboral, rumbo a Arica, a bordo del Isabella,  para poder presenciar el partido del día domingo.

Se embarcaron inicialmente en esta aventura: el buen amigo de mi padre, Carlos Lundblad; un joven estudiante de derecho llamado Victor Correa, que trabajaba parcialmente en la compañía. y que años después llegaría a ser un connotado Notario Publico; un vendedor de apellido Astaburuaga; y por precaución llevaban con ellos a "Nano" Sanchez, uno de los mecánicos de la empresa, y del que mi padre era ademas padrino de bautizo de uno de sus hijos.

Los amigos futboleros se contactaron telefónicamente con  Norbert Braun, Gerente de la Planta de Tecna en Arica, donde se armaban los automóviles Borgward en Chile, para que comprara las entradas que el grupo necesitaba para entrar al estadio.

En ultimo momento, Carlos Lundblad desistió del viaje, así que la tarde del viernes 8 de junio, a menos de 48 horas del pitazo que daría inicio al partidos por los cuartos de final del Mundial de 1962, los cuatro compañeros de aventura dieron inicio, a bordo del Borgward Isabella, al viaje de 2.100 kilómetros que separan a las ciudades de Santiago y Arica.

Evidentemente las condiciones del viaje aquellos años era muy distinta a las actuales, ya que por ejemplo la carretera panamericana, de tan solo una pista, solo estaba pavimentada en el tramo de Santiago a La Serena, que no cubría mas de 500 kilómetros. El resto del trayecto, es decir unos 1.600 kilómetros eran sobre un camino de tierra, comúnmente llamado de "calamina".

Luego de casi 38 horas de manejo continuo durante día y noche sin parar, llegaron en la madrugada del domingo a su destino en Arica, con el tiempo justo antes del partido, para darse un buen baño, y llevar al noble Isabella al taller para que Nano Sanchez le hiciera un cambio de amortiguadores, ya que estos se dañaron por las malas condiciones de la carretera.
Pero a esa altura el grupo aun no sabia si Norbert Braun había podido conseguir la entradas para el partido que se jugaba a las 14:30 horas de ese mismo día.

Todo resulto perfecto, las entradas estaban disponibles, así que los viajeros se dirigieron al mediodía del domingo 8 de junio de 1962, al recién inaugurado estadio "Carlos Dittborn" de la ciudad de Arica, para ser testigos presenciales del mítico triunfo de 2x1 del equipo de Chile por sobre la selección de la Unión Soviética, con goles de Leonel Sanchez y Eladio Rojas, que permitió el paso del equipo nacional a disputar una de las semifinales del torneo mundial.

Una vez finalizado el partido, y después que el grupo abandono el estadio a eso de las 5 de la tarde, abordaron nuevamente el Borgward Isabella, lo cargaron de combustible, y después de permanecer desde que llegaron esa mañana no mas de 7 horas en Arica, se lanzaron inmediatamente en la aventura del viaje de regreso a Santiago.

Luego de otras treinta y tantas horas de manejo continuo, el grupo llego a la capital la madrugada del martes 10 de junio, para presentarse ese mismo día a sus respectivos trabajos, donde evidentemente tuvieron que dar las explicaciones del caso, por su injustificada -pero feliz- ausencia del lunes.

Mi madre (de espalda) junto a nuestro Borgward Isabella TS 1961, en una fotografía de 1963. 

Mi padre vendió el Borgward Isabella alrededor de 1980, sin tener ninguna necesidad real de hacerlo, ya que ya llevaba varios años con un segundo automóvil para su uso diario.
Hasta el ultimo día de su vida, Lalo se arrepintió de haberse desecho de su querido Isabellla... Y Yo también de que lo hiciera.


Quiero agradecer muy especialmente a Carlos "Nalle" Lundblad por el ameno momento y conversación de hace unos días, que me permitió recopilar varios datos para este articulo, y la valiosa ayuda  e información entregada por Oscar Andwanter Quentin.

martes, 8 de octubre de 2019

Harald Mayrock Quentin

Este articulo esta basado en una entrevista que realizo el Canal de YouTube "Making History Proyect", al hermano mayor de mi madre, Harald Mayrock Quentin, en su condición de veterano alemán de la Segunda Guerra Mundial.


A continuación entrego un resumen de lo que a mi juicio son los aspectos mas interesantes de la entrevista, que se realizo en Lima, Perú, el 10 de febrero de 2015.

Harry cuenta que nació en Lima, Perú el 26 de mayo de 1927; que su padre era de origen alemán,  y su madre chilena, hija de inmigrantes alemanes.
Se refiere a mis abuelos Norbert Mayrock y Meline Quentin.

Que sus padres se conocieron y se casaron en Chile, y que por razones laborales se trasladaron al Perú en 1925, porque su padre se hizo cargo de la filial peruana de una empresa constructora alemana.

Harry asistía al Colegio Alemán en  Lima hasta la edad de 11 años, momento en el cual sus padres deciden llevarlo a Alemania para internarlo en un prestigioso colegio llamado Schule Schloss Salem para que hiciera allí su educación secundaria, por lo que viajan a Europa en febrero de 1939.

Una vez en Alemania e internado en el colegio, Harry relata el ambiente que se vivía al interior del mismo en los días previos y al inicio de la guerra, donde dice que en general los profesores eran políticamente anti nazis, y que mas bien eran de tendencia social demócratas. 
Que se enteraba de lo que ocurría solo por la radio, y obviamente la versión oficial del gobierno alemán.

Cuenta de sus vivencias en el colegio, siendo todavía un niño sin tener mucho conocimiento de lo que ocurría en Europa. 
Por ejemplo dice que en 1943 el partido Nazi envió a un capitán de las SS como director del colegio, con el objeto de que controle como se educaban los alumnos; que los niños mayores eran lentamente enviados a la guerra;  o como eran, y lo bien organizadas las actividades dentro de las Juventudes Hitlerianas, en la que todos los niños estaban obligados a participar.

Harald en compañía de sus padres Norbert y Meline, durante un fin de semana, en los primeros años de la guerra

En 1944 con 17 años, fue reclutado por la Lufftwaffe (Fuerza Aérea), y fue asignado a la 1ra. División de la 7ma. Compañía de Paracaidistas, en donde nunca fue entrenado para saltar en  paracaídas, sino que recibió entrenamiento de infantería y enviado a la frontera entre Austria y Yugoslavia.

A su unidad se le encomendó la tarea de bloquear las carreteras para controlar la posible fuga de los involucrados en el atentado fallido a Hitler del 20 de julio de 1944, llevado a cabo por un grupo de oficiales de la Wehrmacht, organizado por coronel conde Claus von Stauffenberg.

Posteriormente fue enviado al frente en Holanda, donde lo que realizo básicamente fueron acciones defensivas mientras retrocedían para regresar a Alemania. 
Estos movimientos los hacían de noche para no ser vistos, ya que durante el día los cielos estaban dominados por aviones británicos que atacaban con ametralladoras a las tropas alemanas que divisaban en tierra.

Cuenta que su Compañía estaba integrada mayoritariamente por adolescentes  con la única excepción de su sargento, que era una persona con experiencia. Incluso los pocos oficiales que había también eran personas sumamente jóvenes.

Mientras lentamente retrocedían de regreso a Alemania, recibían fuerte ataque de la artillería enemiga compuesta de tropas canadienses y polacas, tanto de tierra como desde el mar, ya que estaban muy cerca de la costa en el Mar del Norte. 

Finalmente llegaron al puerto de Wilhemshaven donde se quedaron a la espera de los británicos para entregarse, lo que demoro alrededor de un mes. Una vez que los británicos tomaron el control de la región, hicieron un catastro de donde venia originalmente cada soldado, para enviarlo de regreso a casa.

Harry fue embarcado en un tren junto con unos 200 hombres mas, y fueron enviados a Baviera que estaba bajo control de los americanos.
Mientras el tren hacia un cambio de locomotora en alguna parte del trayecto, se corrió el rumor de que los franceses se estaban llevando a los alemanes prisioneros para trabajar en unas minas de carbón, por lo que Harry decidió escapar del tren durante la noche.

Siguió su regreso a casa en München a pie durante 2 días y finalmente llego a la destruida ciudad, sin embargo no recordaba exactamente donde estaba su casa, así que se dirigió al hospital donde su madre había trabajado como enfermera en los primeros días de la guerra, y pregunto allí si tenían la dirección de ella, cosa que consiguió.

Cuando finalmente llego al lugar donde estaba el departamento de sus padres en el que vivieron los primeros años de su llegada a Europa, encontró que el edificio estaba completamente destruido por las bombas. Sin embargo tuvo la suerte de encontrar un letrero que decía que las personas que habían vivido en ese lugar, hoy se alojaban en una pensión a dos cuadras de allí, donde milagrosamente los encontró con vida sanos y salvos.

Como no había colegio funcionando después de la guerra, trabajo cerca de München cortando leña para calefacción y cocinar, por lo que recibía como paga una hogaza de pan al día, y los fines de semana se le agregaba un trozo de queso, lo que llevaba a casa para compartir con sus padres, hasta que pudo retomar el colegio a fines de 1946.

Una vez que termino el colegio, hicieron gestiones de retornar a latinoamerica, específicamente al Perú, pero al presentar la solicitud en el Consulado, en un cuestionario se le pregunto si habían sido parte del ejercito Alemán, y como la respuesta fue afirmativa, se les negó la solicitud.

Entonces hicieron el intento en el Consulado chileno, dado que su madre había nacido en Chile, y tenia familiares y a sus hijas en Santiago, lo que resulto que pudiesen salir Harry y su madre en mayo de 1947 vía Roterdam hacia Buenos Aires, y finalmente llegar a Chile.

Harald Mayrock recorriendo  a fines de la guerra, el destruido barrio donde vivía con sus padres en München, durante los años de la Segunda Guerra Mundial

El padre de Harry, Norbert Mayrock no fue autorizado a salir con ellos por ser Alemán, y tuvo que esperar largo tiempo, para que, gracias a gestiones hechas desde Chile, pudiese reunirse con la familia casi un año después en Santiago, en los primeros meses de 1948.

Luego Harry cuenta de sus primeros pasos en el mundo laboral en Chile, y de como por una casualidad tiene la posibilidad de regresar a Perú, en donde se radico definitivamente,  ahora para hacerse cargo de una representación de una compañía suiza de esencias para alimentos y perfumería.

A quienes se interesen, los invito a escuchar la entrevista completa en ingles, que esta llena de detalles  y recuerdos muy interesantes.
Les dejo abajo el link:

https://www.youtube.com/watch?v=ikuGBA557I8&t=1533s

miércoles, 25 de septiembre de 2019

Irene Chantire Carvajal


Hoy decidí escribir sobre ti, y no va a ser tarea fácil.

Dejar por escrito este breve resumen de tu vida es de esos trabajos emocionalmente cuesta arriba, por el gran amor, los sentimientos y los  bellos recuerdos de todo lo que vivimos juntos  y que aun tengo tan a flor de piel, pero por sobre todo por la tremenda pena de que ya no estés.

Sin embargo tenía que escribir ahora, en este mes de Septiembre, justo cuando se cumplen 20 años desde que el destino cruzó nuestras vidas para siempre.

Bueno mi bella, aquí voy:

Mi Irene nació el 10 de febrero de 1980, en el ex Hospital Emilio Civit (hoy Espacio Fotográfico Máximo Arias - Parque General San Martín), de la ciudad de Mendoza, Argentina.
Hija del argentino Jorge Chantire Singerman y de la chilena Naldy Carvajal Troncoso.

Paso su niñez en Chacras de Coria, un pequeño pueblo al sur de la ciudad de Mendoza, en donde sus bisabuelos Narciso y Rosa Chantire, inmigrantes libaneses oriundos de la región de Monte Líbano, se habían establecido a principios del siglo XX, y donde sus descendientes hicieron familia y desarrollaron sus actividades.

Los bisabuelos de Irene, Rosa y Narciso Chantire, en una fotografía tomada en Mendoza a principios del siglo XX.

Su infancia transcurrió entre la calle Mitre, donde estaba la casa de sus padres y la de sus abuelos, y la Escuela Teresa O'Connor, frente a la Plaza de Chacras de Coria.
Las familias Chantire habían edificado sus casas en un gran terreno que alguna vez fue la quinta del fundador de la familia en Argentina, don Narciso Chantire,

La quinta de Narciso Chantire fue una propiedad calculo de unos  2.000 mts2,  que partía de la intersección de las calles Veramonte y Mitre y se extendía unos 50 metros hacia el noreste.

En la esquina de aquel terreno estaba un Emporio, cuyo local aun existe, pero actualmente con el nombre de "Supermercado Dandi", que fue el negocio familiar de don Narciso, una especie de almacén y bazar que vendía de todo.  A continuación del negocio por calle Mitre estaba su casa.

Una vez fallecido don Narciso, los hijos subdividieron el terreno en varias propiedades menores,  y cada uno levantó allí su casas, lo que significó que casi toda la familia fueran además de parientes, vecinos.

Irene siempre contaba de los lindos e inolvidables momentos que pasaba en casa de su abuela Irene Singerman, una descendiente de inmigrantes bielorrusos originarios de Minsk, que se había casado con Abdón Chantire, hijo de don Narciso.

Cuando Irene tenia aproximadamente 6 años, la familia se traslada a vivir a la vecina localidad de Vistalba, a unos 5 kilómetros al sur de Chacras de Coria, ya que su padre instala en el lugar un restaurant en la ruta panamericana que une la ciudad de Mendoza con Chile.

En  julio de 1989, cuando Irene tenia 9 años de edad, los padres se separan, y la madre decide regresar a Santiago de Chile con sus tres hijos -Claudia, Irene y Omar-, y se establecen en la casa de los abuelos maternos en calle Los Acacios de la comuna de Renca.

Termina su educación básica en el Colegio Los Acacios, vecino al hogar de sus abuelos, y posteriormente su educación secundaria en el Colegio Arturo Toro Amor de la comuna de Independencia.

Una vez egresada del colegio, estudia la carrera de Técnico en Turismo en un Instituto Profesional, mientras en paralelo trabajaba como Captadora de Cuentas para CMR, la tarjeta de crédito de la departamental Falabella, en la tienda del Mall Alto Las Condes.

Fue precisamente ahí, en septiembre de 1999, donde nos vimos por primera vez, y aunque en ese tiempo casi no cruzamos palabras, fue donde esta bella trigueña de un metro setenta y algo se me metió en los ojos, de los que no salió nunca más.

En enero del 2000, dejo CMR Falabella para trabajar como vendedora en la cadena de tiendas de regalos Davis, donde fue destinada al local de Parque Arauco. Estuvo algo así como un año y medio en esa tienda, hasta que a mediados del 2001 regresó al Mall Alto las Condes, ahora como encargada de un módulo de Davis al interior de la tienda Falabella.

Gracias a su regreso a Alto Las Condes nos volvimos a encontrar, y a partir de entonces empezamos a tener largas y amenas charlas, las que hicieron posible una bonita amistad.

A principio del 2002, fue contratada nuevamente en Falabella, como Ejecutiva de Servicio al Cliente para la tienda de Alto las Condes, donde muy rápidamente destacó por su capacidad y liderazgo, lo que se tradujo que al año siguiente fuera ascendida a Jefa de ese departamento para la nueva tienda de la compañía en el Mall Plaza Norte, lo que significó que tan solo con 23 años se transformó en la persona más joven en tener ese cargo.

Fue justamente a fines del 2002, cuando lo que era solo una gran amistad entre Irene y Yo, se convirtió en la más hermosa relación que alguien pueda imaginar y que duraría 16 años, a pesar de los pronósticos contrarios que algunos tenían dada nuestra diferencia de 21 años de edad.

En el 2005 varios ejecutivos de Falabella emigraron a la cadena departamental París, cuando esta fue adquirida por Cencosud, y dentro de ellos también Irene, quien asumió como jefa de Servicio al Cliente en la tienda París de Alto Las Condes.

En su eterno espíritu de superación decide, junto con trabajar, estudiar la carrera de Administración de Empresas, para lo cual ingresa en 2008 a la Universidad Pedro de Valdivia.

Fue tan meteórica su carrera en la departamental París, que con solo 29 años fue ascendida a Gerente de Operaciones para la tienda del Mall Plaza Vespucio y posteriormente ocupó el mismo cargo en la del Mall Florida Center.

En mayo de 2012 deja la departamental París, y es contratada por Grupo Cygnus, una compañía dedicada a entregar soluciones de outsoursing para grandes empresas, donde Irene asume el cargo de Gerente de Cuentas, y maneja dos de las más importantes de la compañía (SC Johnson y Samsung), con mas de 400 personas a su cargo.

Irene en un Cafe de la Oberstrasse de Rüdesheim am Rheim, Alemania, durante nuestras vacaciones en agosto de 2013.

A fines del 2013, fue madre de nuestra hermosa Rafaela, que nació el 28 de noviembre en la Clínica Indisa de Santiago.

También ese año iniciamos en conjunto un emprendimiento, con una tienda de accesorios y alimentos para mascotas que bautizamos con el nombre de "+Kota", en que Irene se dedico fundamentalmente a la divulgación y promoción del negocio a través de redes sociales.

Una vez de regreso a su trabajo habitual, después de su periodo post natal, Irene asume en Cygnus el cargo de Gerente de Desarrollo y Beneficios.

Fue diagnosticada de cáncer de mamas en marzo del 2015, enfermedad que enfrentó con la fuerza, fe y visión positiva que siempre la caracterizó en su vida. Le dio una pelea impresionante sin bajar nunca los brazos, sin perder su alegría y sin rendirse jamás.

Si hasta esta altura de nuestras vidas ya encontraba que mi Irene era una mujer sorprendente, después del devastador diagnóstico, se transformó en un ser humano absolutamente fuera de lo normal.

Además de ser una madre abnegada, pareja insuperable, amiga leal  y una profesional a toda prueba, dedicó, a partir de su diagnóstico, mucho tiempo al estudio de medicinas y tratamientos alternativos, solo con el afán de ayudar sin el mas mínimo interés a personas que lo  pudiesen necesitar.

Irene en compañía de su padre Jorge Chantire y de la pequeña Rafaela, en la Plaza General Espejo, durante la ultima visita que hicimos, en octubre de 2016, a su querida  Chacras de Coria.

Irene y Yo nos casamos en una ceremonia familiar, la tarde del 31 de octubre de 2017, acompañados de nuestra pequeña Rafaela, familia y amigos.

Fueron nuestros padrinos Pamela Varela y Robert Ellsworth, en una ceremonia que se efectuó en casa de Claudia, hermana de Irene, en calle Benito Rebolledo de la comuna de La Reina.


Después de 3 años de lucha incansable contra su terrible enfermedad, mi bella Irene se fue la madrugada del 22 de febrero de 2018.
Había cumplido recién los 38 años de edad.

Mi muy amada Irene,
todavía no se que hacer sin ti.
La vida es muy corta para amarte solo en una, 
prometo buscarte en la próxima.

martes, 16 de julio de 2019

Un Obús de la Gran Guerra


De todas las viejas fotografías que herede de mi abuela Meline Quentin, esta es sumamente especial, a tal punto que en su momento fue enmarcada como si fuera un cuadro. En ella se ven a 4 jóvenes soldados alemanes en una trinchera durante la primera guerra mundial, uno de ellos junto a su mascota y abrazado a un enorme obús.
¿Pero cual es la historia detrás de esta fotografía?; ¿Por que era tan especial que merecía ser enmarcada?; ¿Que relación tienen estos soldados y la pieza de artillería con mi familia?
La historia es la siguiente:

Tal como les conte en el articulo escrito en marzo, mi bisabuelo Georg Quentin, quien había sido oficial de ejercito en Alemania. Llego a Chile con 26 años en 1902, contratado por el ejercito chileno como Instructor, cargo que ocupo muy corto tiempo debido a que conoció a quien seria su mujer Irene Saelzer, y como el contrato de trabajo no le permitía el matrimonio, Georg renuncio para poder casarse y finalmente radicarse en Chile.

Irene y Georg se casaron en 1905, y llevaron una tranquila y normal vida familiar en Santiago de Chile, hasta que en junio de 1914, es asesinado en Sarajevo archiduque Francisco Fernando de Austria y su mujer la duquesa Sofia Chotek, lo que enciende la mecha que da origen a la primera guerra mundial, en la cual Alemania se involucra en agosto de ese año, invadiendo Bélgica y Luxemburgo.

Georg Quentin, como ciudadano alemán y ex militar, siente el deber de viajar a Europa e integrarse nuevamente al ejercito, para defender su patria, sin embargo hubo algunas dificultad para salir de Chile, ya que el Gobierno había tomado algunas medidas para asegurar la posición neutral del País en el conflicto.

El gobierno chileno, con el objeto de asegurar su neutralidad -y mantener la venta de salitre a las potencias beligerantes- tomo algunas medidas, como por ejemplo: la internación de la tripulación del crucero SMS Dresden en la Isla Quiriquina en la Bahía de Concepción, luego de que este buque de guerra fuera hundido por su comandante en la Isla Juan Fernandez al ser acorralado por la flota británica.
También retuvo algunos barcos mercantes, como fue el caso del buque escuela Herzogin Cecilie en la bahía de Guayacan en Coquimbo, y la internacion de los cadetes y tripulación del mismo.

Acciones como las descritas hacían muy difícil para los ciudadanos alemanes abandonar el Pais, ya que prácticamente no se les estaba permitido, lo que hizo que Georg Quentin en compañía de su amigo, el también alemán, Hans von der Marwitz (abuelo del relator deportivo del mismo nombre), salieran del Chile de manera clandestina, a lomo de caballo a través de pasos no habilitados de la Cordillera de los Andes, con destino a Buenos Aires, para desde allí embarcarse rumbo a Europa.

Una vez en el viejo continente, e incorporado al  ejercito imperial del Kaiser Guillermo II, Georg es destinado al frente occidental donde los germanos habían instalado una linea de trincheras fortificadas, que se extendían desde el Mar del Norte hasta la frontera entre Suiza y Francia. Esta linea se mantuvo estática casi durante todo el conflicto bélico.
Georg quedo a cargo de un tramo de esta linea de trincheras, con su respectiva unidad de hombres, donde monto su cuartel al que bautizo con el nombre de "Villa Irene" en honor a su mujer que esperaba su retorno junto a sus hijas en Chile.

Mi bisabuelo Georg Quentin en el cuartel de la trinchera que tenia a cargo, al que bautizo con el nombre de "Villa Irene" en honor a su mujer Irene Saelzer (mi bisabuela)

Muy documentado esta la agotadora vida que tenían ambos bandos en estas trincheras de las que prácticamente no se movieron desde el otoño de 1914 hasta la primavera de 1918. Durante el día estaban permanentemente sometidos a los disparos de francotiradores y el bombardeo de la artillería enemiga y durante la noche tenían la mayor actividad  porque se producía el movimiento de tropas y el abastecimiento. Los soldados ademas del ataque enemigo, estaban expuestos a enfermedades, falta de alimento y a las ratas hambrientas que los atacaban mientras dormían. Cada día cientos de proyectiles de artillería caían dentro de las trincheras hiriendo o despedazando a sus ocupantes.

Fue en uno de estos ataques de la artillería enemiga, que el obús de la fotografía, cayo dentro de la trinchera que defendía Georg Quentin y sus hombres, y milagrosamente el proyectil no estallo, permitiendo que los ocupantes siguieran con vida. Así el obús se transformo en una especie de fetiche que les trajo la suerte de seguir con vida, y lo mantuvieron dentro de la trinchera todo el tiempo que permanecieron allí.

Finalizada la guerra, Georg se llevo consigo el obús, símbolo de buena suerte, a la casa de los familiares en Alemania donde vivió mientras paso el tiempo de posguerra en Europa.
El que no tuvo la misma suerte, fue su camarada con el que salio de Chile. Hans von der Marwitz falleció en combate, dejando a su mujer viuda y sola, al cuidado de sus hijos en Santiago.

Cuando Georg regreso a Chile en 1919, se trajo consigo la pesada pieza de artillería que a esa altura había sido bautizada como "die Bombe" (la bomba). La verdad es que no me explico como logro ingresar al País con semejante objeto que pesa mas de 100 kilos.

El obús estuvo en manos de Georg Quentin, hasta que este falleció en 1950, momento en el cual la pieza de artillería fue llevada a la casa de la hija mayor de Georg (mi abuela), en el 722 de calle Hernando de Aguirre, en la comuna de Providencia, donde quedo guardada en el garaje, lugar en el que yo conocí a "die Bombe"

El obús permaneció en manos de mis abuelos, hasta que en 1980 se cambiaron de casa. Por alguna razón "die Bombe" no se fue con ellos, y mi padre se la llevo a la planta de Agrovet, empresa en que trabajaba en Av. Suiza de la comuna de Cerrillos, lugar en que quedo como adorno en el jardín de acceso a las oficinas.
Diez años después, mi padre se retira de la empresa y se lleva el obús a su casa en calle Teruel en la comuna de Las Condes, donde esta hasta el día de hoy.

"Die Bombe" esta hoy bajo mi cuidado, y espero que el día de mañana alguno de mis hijos o sobrinos se haga cargo de cuidar este viejo y querido Obús de la Gran Guerra, que para mi bisabuelo Georg Quentin y sus camaradas de armas, tuvo tan importante significado.

Condecorados

 A fines  de  1947 o en los primeros meses de  1948 se fotografiaron mi bisabuelo Georg Quentin Hagedorn de entonces 71 años de edad, junto ...