En esta bella fotografía del verano de 1956 que encabeza
este artículo, están mis padres Lalo y Dossy aun de pololos, apoyados en las
escaleras del trampolín de Saltos Ornamentales de la piscina de Ocho Norte en
Viña del Mar.
Chile había sido designado por tercera vez en su historia
como sede para el XIII Campeonato
Sudamericano de Natación, y la piscina olímpica de calle 8 Norte esquina
avenida San Martín, de la ciudad jardín fue el lugar donde se desarrolló el
torneo.
Como mi padre fue en su juventud un destacado nadador del
Club Deportivo de la Universidad de Chile e integro en más de una ocasión la selección
chilena de este deporte, asistió, ya retirado de la actividad, a presenciar
esta cita sudamericana del deporte que tanto amaba.
Algunos lectores de esta página de recuerdos se preguntaran:
¿de qué piscina estoy hablando?. La historia detrás de este recinto deportivo que les menciono y del campeonato continental que se desarrolló en ella es más o menos la siguiente:
Fue en 1928 en que se le autorizó a la Municipalidad de Viña
del Mar para que contratara un préstamo para llevar a cabo obras de mejora para
transformar la ciudad.
La administración de estos fondos recayó en la Sociedad Pro
Balneario, la cual era dirigida por los alcaldes Gastón Hamel y Manuel Ossa,
sucesivamente, y dieron origen a los trabajos que levantaron obras tan
importantes como: el Casino Municipal, el Teatro Municipal, el Coliseo
Deportivo de calle Libertad, el Hotel O'Higgins, la compra del terreno para el
futuro Estadio Sausalito, y las piscinas de Recreo y la de Ocho Norte.
Vista aérea de Viña del Mar en 1960 donde se aprecia en la parte inferior la piscina de 8 Norte
Fue a partir de ahí que la piscina municipal de 8 Norte,
frente al Hotel San Martín, se transformó en un sello turístico de la ciudad, y
en ella se realizaron innumerables competencias de natación de la que surgieron
grandes nadadores.
La piscina según los que allí nadaron era realmente
fabulosa, y por años fue la única en el País con la medida reglamentaria de 50
metros para ser considerada olímpica, y que
parecía una verdadera extensión del mar por su agua salada, tema no menor que
la transformo en un recito apropiado para batir marcas, por ofrecer menos resistencia
a las brazadas y patadas de los nadadores.
Vista de la piscina de 8 Norte desde el Hotel San Martin (al fondo el muelle Vergara)
Febrero de 1956 resultó ser especialmente atractivo para
quienes pasaron el verano en la Ciudad Jardín, debido a que en la piscina de 8
Norte se congregaron miles de espectadores y cientos de nadadores de ocho países
sudamericanos, para dar vida al campeonato Sudamericano de la especialidad.
En el ámbito deportivo, los representantes nacionales tenían
pocas posibilidades de ganar sus pruebas, así que el objetivo de la mayoría era
batir las marcas chilenas y aspirar a un podio secundario.
Entre los varones chilenos destacaron Darío Contreras y Oscar Morales, en estilo
libre; Eduardo Carvallo, en mariposa, Marco Antonio Pollier, en espalda, y el
equipo de la posta 4x100 integrado por Hernán
Avilés, Guillermo Villalobos; Eduardo Carvallo y Darío Contreras.
Entre las mujeres destacaban Inge von der Forst, Helen
Nissen, Ruby Bonder y la viñamarina Teresa Puyol.
Solamente en el campeonato de saltos ornamentales, Günther
Mund respondió a su calidad de figura sudamericana y obtuvo el primer lugar
desde el trampolín de tres metros.
Medalla entregada a los vencedores de las competencias del
XIII Campeonato Sudamericano de Natación y Saltos Ornamentales.
¿Qué paso con la piscina?
Por su proximidad al mar junto a la playa Acapulco, fuertes marejadas a mediados de la década del 60 dañaron parte importante del recinto, el que finalmente nunca fue reparado y termino siendo demolida a principio de los 70 dando paso a un edificio, un restaurante y a la plaza que hoy se ubica en la esquina de 8 Norte y Av. San Martín.
Vista de la plaza que hoy ocupa el lugar de la piscina municipal de 8 Norte.
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