Hay lugares que por las circunstancias se te cruzan en la vida, los aprendes a querer y adoptar como propios, y los transformas así en parte de uno mismo.
Es lo que me ocurre con Chacras de Coria, lugar del que era originaria mi mujer Irene Chantire, y donde viven en la actualidad una buena parte de su familia, todos descendientes de esforzados inmigrantes libaneses que se afincaron en esas tierras.
Conocí Mendoza siendo muy niño, de hecho fue el primer lugar en el que estuve fuera de Chile. Como nadador y siendo parte de la delegación del Club Deportivo de la Universidad de Chile, viajábamos en el mes de febrero, desde el verano de 1969 en adelante, a competir en un intercambio deportivo que se hacía año tras año con la rama de natación del Club Mendoza de Regatas, por lo que la ciudad argentina siempre tuvo para mi un significado especial.
Pero sin lugar a duda el acercamiento afectivo a la región cuyana lo comienzo a formar a partir de mi relación con Irene y los viajes que hacíamos dos o tres veces por año a Mendoza, especialmente a Chacras, para pasar tiempo con su familia paterna.
Chacras de Coria y la historia de los libaneses que se establecieron en la región de Cuyo es ahora parte de mi propia historia y de la familia que forme con esta gran mujer, es por eso que en su recuerdo, quiero dejar en este blog, un breve relato de lo que he podido rescatar de sus asombrosas y esforzadas vidas.
Juntos con Irene en la Plaza General Espejo de Chacras de Coria en 2012,
al fondo la Iglesia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro
Chacras de Coria, es un pueblo al pie de la Cordillera de los Andes en el departamento de Cuyo, al sur de la ciudad de Mendoza en la República Argentina, un poblado con microclima propio y calles arboladas, acequias, antiguas casonas coloniales, fincas y bodegas productoras de vino, y sobre todo gente que aún conserva su estilo de vida pueblerino.
Por su clima característico es un lugar sumamente agradable durante los meses estivales, ya que ofrece un espeso verdor y suaves serranías, con bellos lugares para la recreación.
Hoy en dia se destaca además por ser un distrito de alto poder económico, donde se encuentran numerosos barrios privados con una alta calidad de vida, y se ha desarrollado un interesante polo gastronómico de gran variedad.
El nombre del pueblo data del siglo XVI, cuando el lugar fue propiedad del capitán español Juan de Coria y Bohorquez, a quien se le asignaron esas tierras y que entre otras obras fue quien realizó los trabajos para encauzar el río y plantó los primeros árboles de Castilla.
Es a fines del siglo XIX cuando empiezan a llegar los primeros libaneses a la Argentina, se calcula que entre 1880 y 1920 alrededor de 370.000 personas de origen árabe, emigraron a este país sudamericano.
Al ingresar al país son registrados en el puerto como turcos, porque lo que hoy es el Líbano, era en aquellos años parte del Imperio Turco Otomano por lo que la gente los empieza erróneamente a denominar "turcos".
Las razones por la que estos los libaneses abandonaron su patria fueron diversas, un aumento acelerado de la demografía, la persecución por parte de los turcos otomanos a quienes profesaban la fe cristiana, y la guerra italo-turca de 1911.
Los inmigrantes libaneses se asientan en las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Catamarca, Salta, Jujuy, Santiago del Estero, Misiones, Chaco, Patagonia y Mendoza.
Miembros de la Sociedad Libanesa de Luján de Cuyo en 1930
Un gran porcentaje de inmigrantes del Líbano se estableció en la región de Cuyo, que está formada por las provincias de San Juan, San Luis, Mendoza y La Rioja, algunos de ellos para trabajar la tierra; en cambio otros iniciaron actividades industriales y comerciales.
Fue el caso de los bisabuelos de Irene, Narciso y Rosa Chantire, quienes se radicaron en Chacras de Coria y establecieron en 1914 un emporio a pocos pasos de la plaza, y que era conocido como "lo de Chantire".
Nos cuenta Onelia Cobos en un artículo de recuerdos que titula "Las esquinas de Chacras"..... El viejo y cordial perfil de Don Narciso Chantire se asoma en el recuerdo, en la esquina de Mitre y Viamonte, opuesta a la farmacia. Dueño de un cambalache ferial de desorden y diversidad, en su almacén no faltaba nada.....
El local aún existe, en la actualidad con el nombre de "Supermercado Dandi", cuyo propietario sigue siendo una de las ramas de descendientes de don Narciso.
Narciso y Rosa Chantire eran originarios de la región de Monte Líbano, una de las ocho gobernaciones que conforman el país y que es conocida como el centro de los cristianos libaneses, debido a que más del 85% de la población la componen católicos maronitas, ortodoxos griegos y otros cristianos.
Rosa y Narciso Chantire
Fueron varias familias libanesas las que se radicaron en la región cuyana, entre los que podemos mencionar apellidos como Abraham, Dip, Achem, Elaskar, Masud, Abdala, Chantire, Barud, Farés, Isuani, Hakim, Manzur, Yamin, Mucarsel, Nahman, Caram, Mema, Yazbek, Bechara, Nazar, Nazum, entre otros.
Estos inmigrantes tuvieron que enfrentar el desarraigo, el aprender otro idioma, y evidentemente otras costumbres, lo que con esfuerzo y con su diario trabajo les permitió salir adelante y darle estabilidad y progreso a sus familias y a la tierra que los adoptó.
Hoy los descendientes de estos emigrados, hombres y mujeres que dejaron su pueblo natal y su Libano amado buscando un futuro, se reúnen en torno a instituciones como la Sociedad Libanesa de Lujan de Cuyo, fundada en 1925, con el objeto de afianzar las costumbres, cultura y tradiciones, que trajeron sus antepasados desde aquellas lejanas tierra.