Hace un par de meses atrás en una amena conversación con algunos
amigos, entre los que se encontraba uno vinculado a la Dirección de Aeronáutica
Civil, salió como tema su primera experiencia
laboral en el Aeropuerto de Iquique.
Le comente al grupo en esa ocasión que mi abuelo paterno, quien fue oficial de la FACH, estuvo destinado
desde 1937 hasta 1942 en la Base Aérea "Los Cóndores" de Iquique, cuando esta aún se
encontraba en la zona de Alto Hospicio, en la parte alta de la ciudad.
Ante tal comentario, el amigo "aeronáutico", nos dijo con total seguridad, que yo estaba equivocado y que la Base Aérea nunca había estado en Alto Hospicio, sino que en el sector de
Chucumata al sur de la ciudad, y que posteriormente el Aeropuerto Comercial
había sido trasladado al mismo sector desde su antigua ubicación frente a la playa
de Cavancha.
A pesar de mi insistencia, y de asegurarles que yo
personalmente había conocido las ruinas de la antigua Base Aérea a principios de
la década pasada, el amigo insistió que yo estaba equivocado y que lo que conocí eran
probablemente ruinas de alguna otra cosa.
Por esta razón decidí escribir este artículo, para rescatar
del olvido la antigua Base Aérea "Los Cóndores" de la Fuerza Aérea de Chile, donde mi abuelo Arturo Cumplido Ducos se desempeñó durante algo más de 5 años, con el grado de Comandante de Escuadrilla.
Comandante Arturo Cumplido Ducos
Ademas, escribir aunque sea una ínfima parte de la historia de Iquique, es una forma de homenaje a mi padre, quien consideraba la ciudad como “su tierra”, ya que paso allí los mejores años de su infancia.
La cosa es que yo estaba en lo correcto, ya que la antigua Base se encontraba en el sector denominado "el
Boro" al costado de la Ruta A-616 que conecta con el antiguo camino en zigzag
que une la zona de Alto Hospicio con la
ciudad de Iquique, en la Región de Tarapacá.
La idea de instalarla en ese lugar surge el año 1926, cuando se decidió trasladar
al Grupo Mixto Nº1, desde la ciudad de Arica hasta Iquique, en los inicios de la Fuerza Aérea de
Chile, debido a las aun tensas relaciones fronterizas que permanecían vigentes
por la cuestión Tacna/Arica entre Chile y Perú.
Tras un estudio elaborado por el Capitán Florencio Gómez y
el Mayor Armando Castro, se decidió que la base quedara en una planicie
distante a 18 kilómetros de Iquique, en el antiguo camino al mineral de
Huantajaya convertido en la carretera 616.
El Grupo Mixto Nº1 llego a sus nuevas instalaciones iquiqueñas en el año 1929, cuando estas aun no estaban completamente terminadas.
Contaban en ese tiempo con 3 aviones Gipsy Moth para enlace, 14 aviones Curtis Falcón de observación y ataque y 16 aviones Curtis Hawk de caza y ataque.
El complejo se termino a mediados de 1930, durante el
Gobierno del General Carlos Ibáñez del Campo, y fue bautizado “Los Cóndores” al parecer por iniciativa del Mayor Castro,
inspirado en la gran cantidad de estas aves que podían observarse en ese tiempo
en el lugar.
El primer Comandante de la flamante Base Aérea fue el propio
Mayor Armando Castro.
Cuenta el ex Comandante de la FACH Fernando Mattei en sus
memorias tituladas “Mi Testimonio” que: “la Base Los Cóndores estaba rodeada de un hermoso parque y jardines”, y
que en tiempos de su juventud formando ya parte de la institución, la base aérea
servía también como centro de operaciones para la Escuela de Tiro y Bombardeo,
para entrenar a los oficiales graduados de la Escuela de Aviación.
Con el paso de los años las instalaciones fueron mejoradas y
aumentadas, muy especialmente en los años de la Segunda Guerra Mundial.
Fue
justamente en ese tiempo que se creó el Grupo de Artillería Antiaérea Nº1 con
sede precisamente en la Base Los Cóndores.
Es de este tiempo que se levantó una pequeña torre de
control diseñada con una arquitectura del denominado estilo art decó, que aún puede verse en el lugar.
También
se edificó un hermoso Casino de Oficiales, con un salón central adornado con
una enorme chimenea y fuentes de agua exteriores.
Torre de control de la ex Base Aérea Los Cóndores que aun es visible en las instalaciones industriales de Komatsu en Alto Hospicio, Iquique.
En la década del setenta, la Base todavía era lo único relevante
que existía en todo el sector de Alto Hospicio, con muy escasa población civil
en sus alrededores compuestas principalmente por familias de origen aymara.
Fue recién en los primeros meses de 1975 cuando se concretó
el traslado de las actividades hacia las instalaciones del nuevo Aeropuerto
Diego Aracena, llamado en esos años Aeropuerto Chucumata, al sur de Iquique,
lugar donde en la actualidad se encuentra la base compartiendo pistas con las
de la aviación comercial civil.
A partir de entonces parte del viejo recinto de Alto
Hospicio fue destinado a plantas industriales de fabricación de armas, mientras
que otras quedaron abandonadas y se fueron deteriorando y arruinando con el
paso del tiempo.
Ruinas del Casino de Oficiales y lugar donde estaban los jardines y la fuente de agua de la ex Base Aérea Los Cóndores en Alto Hospicio, Iquique.
Fotos gentileza de urbatorium.blogspot.com
Pero aun quedaba por ocurrir en la historia de la ex Base Aérea
un hecho trágico que muchos deben todavía recordar:
El 25 de enero de 1986 una gran explosión tuvo lugar allí,
cuando estallo un galpón de las Industrias Cardoen Ltda., donde desde hace algunos
años se fabricaban en el lugar en la planta que denominaban "de armado", las poderosas bombas de racimo.
La tragedia, alrededor de la cual se especuló que había sido
un sabotaje por la venta de estas armas en el extranjero, les costó la vida a
29 trabajadores y quedando más de 100 personas heridas.
Algunos cuerpos fueron arrojados a más de 500 metros de
distancia del lugar de la explosión, y el rescate y asistencia de las víctimas
por parte de los equipos de emergencia se vio sumamente complicado por la
cantidad de bombas de racimo que quedaron en el lugar sin detonar.
Nada queda hoy de la recordada Base Aérea. Los majestuosos cóndores han sido remplazados por negros jotes.
Todo el sector se ha transformado en un enorme parque industrial en medio del árido desierto, que no permite ver nada de lo que fueron las instalaciones militares.
Solo desde el aire o a través del programa google earth aún se distingue la tenue silueta de lo que fue alguna vez una pista de aterrizaje.