De hecho la mayoría de los jugadores tenían como complemento a su actividad deportiva una segunda profesión que les permitía llevar una vida sin sobresaltos económicos.
Cuando mi padre ingreso a trabajar a la Compañía de Teléfonos de Chile en los años 50, se encontró allí con varios de estos jugadores profesionales del fútbol chileno, algunos aun activos y otros ya retirados, que se desempeñaban en paralelo en dicha empresa estatal.
Con muchos de ellos entablo una gran amistad.
Fue el caso de Victor Klein "Vitoco", un delantero de Santiago Morning, que mas de una vez integro la Selección de Chile; el tocopillano Ascanio Cortes, defensa central de Audax Italiano, quien también integro el equipo nacional, e incluso fue parte de "La Maquina", el mítico River Plate de Argentina de los años 40, (hoy el estadio de Tocopilla lleva su nombre); y los campeones del Santiago Morning de 1942, el mediocampista Guillermo "Carreta" Casanova y el legendario portero William Marin.
Fue justamente con este ultimo con quien mi padre entablo una especial amistad, a tal punto que en 1959 escogió a Wiliam como el padrino de mi bautizo.
Equipo de la Compañía de Teléfonos de Chile.
De izquierda a derecha arriba: Victor Klein (1º); William Marin (5º) y Guillermo Casanova (ultimo en ropa de vestir). abajo: Eduardo Cumplido, mi padre (2º), Raul Gutierrez (3º), Eduardo Carvallo (4º) y Hugo Bravo (5º).
A continuación transcribo un articulo del periodista deportivo Luis Urrutia O`Nell "Chomsky", publicado hace algunos años, a modo de homenaje póstumo al que fue mi padrino, William Marin:Adiós al Galgo (*)
Siempre busco a ex futbolistas, a veces me cuesta dar con alguno de ellos. Sabia que William Marin, quien defendió el arco de Santiago Morning, Audax Italiano e Iberia acudía al café Haiti del Paseo Ahumada, pero nunca coincidíamos. "Recién se fue", "estuvo ayer", me decían. Hasta que un mediodia de 2007 al caminar por calle Moneda me topé casualmente con un señor alto. Reconocí de inmediato ese rostro de portada de la vieja revista Estadio. "Usted es el Galgo", lo saludé.
Conversamos una media hora y me pidió que postergara la nota que quería hacerle.
Hacia poco había sufrido un infarto cerebral y le faltaba hacerse un electroencefalograma. Él sentía que había quedado con séquelas. Se hallaba muy bien, solamente que pensaba mas lento. "En dos semanas mas hacemos la entrevista", me solicito. Aproveche de actualizar su ficha. Nombre completo: William Jesús Marin Laurence. Fecha de Nacimiento: 22 de abril de 1922. Estatura: 1,86 metros. Peso: 78 kilos. Por su delgadez lo habían bautizado Galgo.
Me hablo de su enorme admiración por Sergio Livingstone, pero hizo hincapié en que Roberto Rojas lo había superado, en especial por su achique. Don William era un sobreviviente, me contó que andaba con un marcapaso, que tenia seis bypass, que en octubre de 2005 lo había atropellado una micro amarilla... De todo se había recuperado. Su único dolor era que su carrera en Santiago Morning se había asociado a la buena suerte, por los tiros en los palos. Incluso existía un dicho: "¡Tienes más suerte que William Marin!". Lo consideraba muy injusto y todavía lo amargaba. Me relato que eso se había originado en un partido con Universidad de Chile. Un disparo hizo carambola en el travesaño y un reportero gráfico de la revista Estadio, Eugenio Garcia, "el Mago de la lente", había captado el momento justo. "Estadio publico varias veces esa foto, siempre para tocar el tema de la fortuna", se lamentó.
Le comente que eso mismo le sucedió décadas después s Adán Godoy, también arquero de Santiago Morning, pero que en mis años de ver fútbol no conocía un golero con mas suerte que José Maria Buljubasich, en Universidad Católica, con dos y hasta tres remates en los postes por partido. Me interrumpió aliviado y exclamó que era primera vez que escuchaba esa observación a un periodista. Dos años antes Buljubasich había establecido el récord de 1.352 minutos con la valla invicta.
Hace unos meses, entreviste a Adán Godoy, quien sacó a colación ese aspecto de la buena fortuna. Con el humor que lo caracteriza, Godoy se burlaba: "Los hinchas no se dan cuenta de que es mérito del arquero que la pelota pegue en el palo. Uno sale a achicar y cubre los espacios, entonces solo queda que el balón se estrelle en los postes".
Marin empezo su carrera a los 16 años y fue campeon en Santiago Morning 1942, con el astro Raul Toro Julio -el ídolo de Cua Cuá Hormazabal y Leonel Sanchez- y compañero del argentino Salvador Nocetti, el Ruso, que dirigió la selección nacional en 1969.
En la despedida, Marin señalo las bondades de los grandes arqueros que vio: la prestancia de Sergio Livingstone, la reacción de Hernan Fernandez, la seguridad de manos de Mario Ibañez, el arrojo de Daniel Chirinos, la agilidad de Misael Escuti y resumió del Condor Rojas: "Atajaba en todos los rincones".
El jueves pasado, William Marin falleció a los 90 años.
(*) Columna de Chomsky
Publicado por Publimetro
12 Noviembre de 2012.